2: Cereza.

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Fue entonces que las luces parpadearon sin cesar. Azirafel frunció el ceño confundido y se levantó tambaleando. ¿Una falla de los fusibles? Pensamientos lógicos trabajando.

     El sonido estridente de una gran cantidad de trastes cayendo hizo que Azirafel evitara salir por la puerta y obligara a sus andadas a ir a la cocina. La cacofonía continuó sonando, los focos tildaron independientes. ¿Alguien entró? ¿Un ladrón? El vértigo tomando control en el cuerpo de Zira. Él no era muy fuerte ni tampoco un salvaje, era más bien una persona de razón y tranquilo, raras las ocasiones en las que exterioriza su inconformidad o desagrado, y si lo hace, es en la privacidad, nadie lo ve. Así lo prefiere.

    Al entrar a la cocina, se quedó anonadado. De espaldas, había a lo que a primera vista era una mujer, con una espalda delicada, un poco ancha, cabello escarlata brillante con ondulaciones. Piel suave de un color moreno. Azirafel creyó notar delgadas y diminutas capas brillantes color negro esparcidas por los hombros de la mujer y a lo largo de las piernas, semejante a las escamas de un pez.

     Tragó saliva sintiéndose apabullado. Tosió un poco para llamar la atención de su invitada no deseada. Intentaba ser precavido, no sabía si se trataba de una loca o una ladrona. Esta dio una voltereta, levantándose, teniendo una postura defensiva, retándole. Los ojos dorados, sus pupilas verticales. Azirafel retrocedió perturbado. ¡¿Acaso eso era humano?!

    Le miró asustado mientras divagaba por sus bonitos rasgos. La criatura tenía pestañas largas y unas cejas delineadas que se crispan en una expresión molesta, un contorneado rostro y labios delgados, unos labios muy bonitos color cereza. Azirafel se perdió tantito en ellos.

    Empero, existía un problema mayúsculo que lo pateó de su ensoñación, la preciosa criatura estaba desnuda por todos lados. Azirafel podía verlo todo...

    Posdata: no es una mujer. Es un hombre y tiene dos penes.

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Palabras: 320.

Experiencias de un extraterrestre abandonado |Good Omens|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora