22: Suburbios.

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Los meses siguieron caminando, entonces llegó Halloween. Crowley estaba emocionado a la par de aterrorizado. Azirafel le ha dicho que podían salir a recorrer los suburbios de las afueras de la ciudad, como todos estarían disfrazados, nadie se daría cuenta de los ojos color ámbar del extraterrestre.

      Crowley era una criatura en demasía hermosa, por lo cual, resaltaría en la multitud en el segundo que saliesen de su pequeño cielo.

—¿Cómo me veo? —le preguntó Azirafel a Crowley.

     Vestía una toga negra con hilos dorados, tenía un sombrero con cara, una corbata amarilla y una varita tallada.

—¿No dijiste que vestirías con las togas de la casa de Gryffindor?

—Sí... —Le dijo dolido—, pero se acabaron. Tuve que ser de Hufflepuff.

—No importa —le contestó Crowley, arreglándose el sombrero de pirata, ser un pirata reptiliano no debería ser extraño en Halloween—. Te queda bien cualquier cosa que uses.

     Dicho lo anterior, salió del cuarto, dejando a un Azirafel confundido.

     Posdata: tuvieron que regresar a un niño a su madre, ya que Crowley se lo había robado.

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Palabras: 176

Experiencias de un extraterrestre abandonado |Good Omens|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora