Sus dos cerebros lamentaban la resaca mundana del día de ayer. Casi no podía respirar.
Aspiró profundo, a un lado, estaba el humano. Crowley se alejó cauteloso hasta subir las escaleras y salir de la bodega. Anduvo en la casa, curioso.
La luz de la ventana se filtraba con una tranquila ventisca. Se dio cuenta de que en este sistema, únicamente existía un sol que iba saliendo de una colina. Cielo con algunas motas brillantes. Una desagradable sensación se establece en su pecho. No está en Na.
¿Qué hará a partir de ahora? Los encuentros bélicos quedaron atrás, no tenía la tecnología para volver y tampoco lo añoraba. Estaba perdido, a la deriva. ¿Le extraña Belcebú? ¿Alguien de allá? Nunca ha encajado en su hogar, siendo la exclusión parte de la vida diaria.
Había algo extraño en el lugar, un suave tintinar, el sonido pausado de algún ente.
Crowley no sabría darle un nombre. Son grillos. Las rosas y petunias de Azirafel bailaron alegres en el jardín, la casa olía a cítricos, el entorno otorgaba un aura singular. Pareciera que ninguna sorpresita engorrosa surgiría de improvisto, como los Na pései nativos con su carota fea, colmillos más grandes que sus ojos y estúpidas naves chingando a diestra y siniestra.
Aquí no hay ruido, angustia, enojo.
Es el pacífico silencio de una vida modesta.
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Palabras: 227
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Experiencias de un extraterrestre abandonado |Good Omens|
Fanfic"Te daría toda una galaxia por un beso". Azirafel se ha encontrado una beldad encarnizada. Y literalmente no es de este mundo. Advertencia: Este fanfic fue hecho con fines de entretenimiento, mi objetivo no es crear polémica ni conseguir dinero. Po...
