—Hola —saludó Ohm en cuanto abrió la puerta y entró cerrandola detrás suyo.
—¿Quién te dejó entrar? —preguntó Fluke sentándose apoyando su espalda en el respaldo de su cama.
—Lo importante es que estoy aquí, contigo —dijo sentándose al borde de la cama, mirando a Fluke.
—No tienes porque estar aquí —manifestó Fluke a la defensiva.
—Pero quiero estarlo —repuso con suavidad— Sé que eres fuerte, por lo que no creo que estés así por el idiota de Ambrose ¿Quieres decirme por qué estás enojado?
—¿A qué viniste Ohm?
—Ya te lo dije —respondió Ohm— Fluke, quizá hayan pasado muchos años, pero sé que sigues siendo el mismo chico que necesita hablar con alguien cuando está enojado o triste.
—Bien, solo porque estoy enojado con Auron y con Liam, y no tengo con quién más hablar —bufó Fluke— Resulta que hace unas horas escuché cuando Auron le decía a Liam que ganó una beca en una universidad de Estados Unidos.
—Bueno, es normal que estés algo enojado, créeme que Luzu reaccionó peor.
—¿Tú lo sabías? —preguntó Fluke para después soltar una risa amarga— Genial, parece que soy la única persona que no lo sabía.
—Hey, no te sientas así, además estoy seguro que Auron tiene una buena explicación —trató de animar Ohm.
—Si, solo espero que no se vaya sin despedirse antes, no quiero volver a vivir esa situación —repuso Fluke desviando su mirada a un punto fijo de la pared en frente suyo— No creo que tenga tanta mala suerte.
—Fluke —agarrandole suavemente ambas manos a Fluke— Solo déjame explicarte cómo sucedieron las cosas —pidió Ohm, y viendo que Fluke no dijo nada, siguió hablando— Un par de días antes de que me fuera, mis padres me dijeron que nos mudaríamos porque mí padre tuvo una oferta de trabajo, entonces ese día yo estaba triste, no quería irme, no quería dejarte y no sabía cómo decirte que me iría, entonces tu me confesaste que yo te gustaba y no supe cómo reaccionar, porque tú también me gustabas —para ese momento, Ohm se dió cuenta que unas lágrimas empezaron a rodar por las mejillas de Fluke— Pero, ¿Cómo podía decirte eso si yo estaba a punto de irme del país? No podía hacerte eso, no quise lastimarte, pero aún así lo hice.
—Te odié tanto —habló Fluke con la voz casi quebrada— Ni siquiera te despediste, solo desapareciste. Creí que te habías ido repudiandome. Pasé años echándome la culpa. Hasta que conocí a Liam y me hizo entender que yo no tenía la culpa de nada y que el estúpido eras tú.
—Lo siento tanto Fluke. Perdóname. Perdóname por ser tan cobarde, perdóname por no intentar llamarte. Siempre pensaba en ti, te imaginaba enamorándote de otros chicos, mostrándoles tu hermosa sonrisa pero creí que era mejor así —manifestó Ohm.
—¿Sabes? No te odio. Cuando te ví después de mucho tiempo me dí cuenta que aún te quería —dijo Fluke limpiándose las lágrimas con sus manos— Y por estúpido quise hacerte creer que no significabas nada para mí así que Drew era una perfecta excusa, pero no imaginé que era un patán.
—Entonces —acercando su mano y elevando el rostro de Fluke, mirándose fijamente a los ojos— ¿Aún me quieres?
—Si —susurró Fluke.
No bastó más para que Ohm uniera sus labios con los de Fluke, quien cerró los ojos dejándose llevar por el beso lento.
Fluke sintió una extraña sensación, una que jamás había sentido, ni siquiera cuando Ohm lo besó las anteriores veces. Ésta vez era diferente.