28.

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Me iba a quejar pues el sol de la mañana siempre daba en mi rostro pero esta vez no fue así, seguro hyung se había levantado en la noche para cerrar las cortinas.

Le admiré mientras intentaba acostumbrarme a la poca luz que entraba, era hermoso, su rostro estaba perfectamente tallado, su nariz, sus labios, sus ojitos cerrados y su pelo cayendo despeinado sobre su frente... era la imagen más hermosa que había visto hasta ahora.

— Buenos días — dijo adormilado, cosa que me hizo sobresaltar, no esperaba que dijera algo en ese momento. — Buenos días — respondí bajito recostando mi cabeza en su pecho otra vez, era mi almohada favorita.

— ¿Dormiste bien? — se dió vuelta para quedar frente mío y me abrazó, acurrucándome en él como si fuera lo último que haría en su vida. Solté una risita cuando olfateó mi cabello y dejé un beso en su mejilla.

— bien, ¿por qué me hueles tanto?... — le aparté pues me daba vergüenza — hueles a bebé, mi bebé — tomó mi mentón y me hizo verle a los ojos. Claramente me puse nervioso, era algo que no podía controlar nunca y mucho menos si lo tenía frente mío.

— tú no me veas así enton... —

Me interrumpió  — te veo y admiro tanto como mereces, bebé — susurró dejando un beso en mi frente y chillé internamente. ¡Era un cursi!, ¡mi corazón no resistiría todo esto!.

— Vamos a desayunar — cambié de tema o me pondría a llorar de amor en segundos.

Una y otra vez! ༉ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora