unknown pureblood | DRACO MALFOY Y LYA PREWETT

CAPITULO 9

Llegó una canción lenta, apoyé mi cabeza en el pecho de Draco y él apoyó su mentón en mi cabeza.

Bailábamos abrazados y con un relajante tambaleo, en ese momento me di cuenta de que era feliz, que era todo lo que necesitaba.

Una sonrisa apareció en mi rostro y una lágrima de emoción rodó por mi mejilla. Mi huroncito lo notó y me apretó más hacia él, cogió mi mentón con su mano, elevó mi cabeza para verme a los ojos y sin decir nada depositó un beso corto pero tierno en mis labios.

NARRA DRACO

Esa chica era capaz de hacerme sentir mariposas en el estómago con sólo verla y de ponerme nervioso cada vez que la besaba.

Tenerla de esa forma para mí me hacia sentir pleno y vivo. Con ella, era feliz, no había sentido eso nunca antes, era, libre. Con Lya podía ser yo mismo. Sacaba lo mejor de mi.

Era tarde y ambos estábamos cansados, fuimos a la Sala Común.

-Vamos a dormir juntos- dijo Lya, mis ojos se iluminaron, lo noté.

-C...claro, cariño nada me haría más feliz- dije en un tono dulce.- Pero si em permites primero voy a buscar ropa para mañana.

Fui a mi habitación, cogí ropa de mi closet y la llevé a su habitación.

Cuando cerré la puerta puse hechizos de silencio y para que no pudieran entrar. Podrían expulsarnos por dormir juntos, debíamos pedir permiso para eso, creo, igual ningún estudiante pedía permiso, era difícil comentarle eso a los profesores sin que pensaran que íbamos a hacer cosas indebidas.

Estaba quitándose sus zapatos cuando la acorralé contra la pared y la besé, fue un beso apasionado.

La levanté en brazos, ella rodeaba mi cintura con sus preciosas piernas y yo la recosté contra la pared, la cosa iba cada vez a más, se deshizo lenta y sensualmente de mi camisa.

La llevé a su cama y me puse encima suyo, esa chica era alucinante. Le pedí que se girara quedando con la espalda hacia arriba, empezé a bajarle la cremallera del vestido.

-¿Estas segura de esto amor?- le pregunté, no quería hacer nada que ella no quisiera.

-Si, sé que quiero que seas el primero- me dijo

Eso me puso a cien, terminé de bajar la cremallera y se sentó posicionándose en horcajadas encima mio, bajé la tela de su vestido por sus hombros, quedó en ropa interior.

Mientras la observaba me quitó los pantalones, nos quedamos ambos en ropa interior, me besó, tocaba su piel desnuda, era perfecta, como ella.

Desabroché el sujetador y dejé que se lo quitara. Bajé los besos por el cuello y luego por su abdomen, al llegar al borde de su ropa interior ella sola se la quitó e hizo lo mismo con la mia, estábamos sin ropa delante el uno del otro por primera vez.

Notaba que tenía vergüenza , no entiendo de que, si su cuerpo era el mas lindo que había visto en mi vida. Parecía esculpida por los mismísimos dioses. Puse un dedo dentro de ella y noté como se le hacia extraño, por eso decidí moverlo lentamente.

NARRA LYA

Mi Draco sabía lo que hacía, dios debía tener mucha experiencia. Sus dedos hacían maravillas dentro de mí, al principió se sintió raro, pero tocó un punto que me daba demasiado placer, luego su pulgar se puso en mi clítoris y terminó haciendo magia en mi placer.
Decidí cogerle su masculinidad y experimentar, bajaba y subía la mano. Cerró sus ojos así que supuse que eso le gustaba y seguí haciéndolo. Sacó algo de su bolsillo.

Se puso el condón y se colocó encima mio.

-Lya cariño esto va a doler un poco, voy a intentar hacerlo rapido- y entró dentro de mí.

Si que dolía. Pero el placer que le provocaba a él hacía que olvidara mi dolor. Un rato después, ese dolor o molestia, cómo quieran llamarlo se fue y apareció el placer.

-¿Quieres que vaya más despacio?- me preguntó

-No, así esta bien- contesté entre inaudibles gemidos.

Llegamos juntos al orgasmo, sentí como un calor se acumulaba en mi estomago y luego estallé. Sacó su masculinidad de mí, y se quitó el condon.

Me puse unas bragas y una camiseta de Draco antes de ir al baño y reunirme con él en la cama.

-Creo que podría acostumbrarme a esto- dije escondiendo la cara en su pecho.

-Quería hacerte mía - contestó.

Y no se si era por el cansancio de la fiesta o porque acabábamos de tener sexo que puse mi cabeza encima de su pecho, escuchando el latido de su corazón, me abrazó y ambos nos dormimos casi al instante.

-¡No,no la toquen, a ella no!- un grito me despertó.

—————————————————————————
Lo siento por mo publicar antes, hoy mo tube muy buen día y no estaba inspirada.