Capítulo 13.

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Peter


Cuando llegamos a la mansión estaba empezando a amanecer. Drogo está a mi lado, parece más perdido que yo ahora mismo. Suelto un suspiro mientras cruzamos el patio delantero de la mansión.

—Hoy estabas desatado hermanito. Nunca pensé que serías capaz de golpear tan brutalmente a ese brujo— confiesa Drogo con una sonrisa arrogante.

Le ignoro porque ya sé que no parará de decir estupideces hasta que se canse como acostumbra a hacer siempre.

—Esa brujita te tiene loco— escupe con tono burlón.

Sigo andando haciendo ver que no le escucho y entonces Drogo sigue crispándome golpeando mis costillas con su codo. Su sonrisita y expresión altiva me sacan de quicio.

—Sky no me tiene loco— resoplo molesto.

—Yo creo que sí... Casi le matas a golpes— insiste negando con la cabeza y chocando la lengua con su paladar .

—Y le hubiera matado de no ser porque han usado sus poderes contra nosotros— confieso apretando los dientes.

Aún no soy capaz de asimilar que ese maldito brujo le hiciera daño a Sky y que yo no pudiera hacer nada por ella ni evitarlo. Todavía siento la rabia subir por mis venas al recordarlo y como mis ojos arden tornando mi visión de color rubí.

—Calma, Pet— me ordena Drogo poniendo una mano sobre mi hombro.

La rabia va cesando lentamente y el ardor en mis ojos se va apagando poco a poco.

—Solo olvídalo...— suelta Drogo con tono despreocupado.

—¡No puedo!— Exclamo furioso mirándole fijamente frente a la puerta de casa.

—¡Maldita sea Drogo! Creí que ella... ¡Creí que iba a morir como aquella vez!— Exclamo de nuevo cogiéndole fuerte de la sudadera.

El dolor se hace presente en mi pecho sintiendo una opresión que no me deja hablar bien. Drogo me mira hundiendo sus cejas y con pena en sus ojos.

—Tienes que olvidarlo y deberías alejarte de Sky, toda esta historia te está haciendo daño— su voz es tranquila sin burla o sarcasmo, simplemente es mi hermano el que habla.

—Ella no me hace daño, Drogo, yo le prometí a su madre que iba a cuidar de su hija— exhalo dejando caer mis brazos derrotado.

—Pero eso fue antes de que ella muriera— puntualiza frunciendo el ceño.

—Pero es una promesa Drogo, al final siempre será una promesa— inquiero clavando mis ojos en los suyos.

Drogo suspira bajando la mirada, sus labios forman una línea recta. Se pasa la mano por el cabello reflexionando y vuelve a mirarme comprensivo

—Solo te voy a decir una cosa— irrumpe levantando un dedo señalándome —Si tengo que elegir entre tu vida y la suya siempre voy a elegirte a ti, Pet. Y eso no admite discusión— sentencia con expresión seria.

—¿Y a ti qué te pasa con Caperucita?— Le pregunto entornando los ojos.

Drogo me mira levantando una ceja confuso.

—Me hace gracia que seas tan pragmático con mis asuntos con Sky cuando está claro que esa chica te tiene igual o más perturbado de lo que yo lo estoy— sugiero cruzándome de brazos.

—No digas idioteces ni te montes películas— escupe Drogo haciendo una mueca.

—¿Crees que no he oído vuestra conversación? Pensaba que en cualquier momento empezaría a escuchar gemidos— Suelto riéndome con malicia.

Zenit. (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora