Drogo
Drogo me estoy muriendo...
Esa puta frase no para de darme vueltas en mi cabeza. El débil tono de su voz al pronunciar esas duras palabras desvelándome esa cruda realidad me ha conmovido más de lo que me gustaría admitir. Con millones de dudas avasallando mi mente, acerqué mi mano para apartar su rojizo pelo y ponerlo tras su perfilada oreja repleta de pequeños aros dejándome ver sus preciosos ojos humedecidos. Sus labios intentaban esbozar una sonrisa que acabó en una mueca de dolor por culpa de la herida que se hizo con el cristal. Ya ni siquiera quiero saber porqué huyó de la mansión. Verla así ha derrumbado todas mis defensas. Kristen siempre se ha mostrado fuerte, desafiante y dura de pelar y que ahora esté decaída perturba mis demonios despertando algo dentro de mí que lucha por salir. Mientras me explicaba todo lo que había pasado yo me dedicaba a escucharla entrelazando mi mano con la suya y sintiera mi apoyo. Cuando terminó de contarlo todo, la imagen que tenía frente a mí era la de una chica muy poderosa que por culpa de esos putos desgraciados de mierda lucía con los ojos rojos, labios hinchados y el rostro empapado. Mi ira no llegó a salir por ella, no quería que se sintiera peor y simplemente cogí su cara entre mis manos y empecé a besar cada rastro que habían dejado sus dolorosas lágrimas, su mentón, barbilla, mejilla, nariz, pómulos, frente...
-Drogo para...- Susurró con los ojos cerrados sintiendo mis caricias.
-Shh... Todo saldrá bien, lo arreglaremos, y luego podrás reñirme todo lo que tu quieras- murmuré en su oreja estrechándola contra mi pecho.
Kristen se tensó pero me dejó abrazarla haciéndome sonreír.
-Te lo prometo Caperucita, no dejaré que te pase nada-
-¡No!- Exclamó poniendo las manos en mi pecho separándose de mí -No me prometas nada Drogo, la última vez que lo hiciste mira lo que ha pasado... Han ido a por mi. No digo que sea culpa tuya pero no me hagas más promesas por favor...- Dijo estirando el cuello de mi jersey tapándose la cara hasta la altura de su nariz.
Y sin decir nada más cogí su mano, cerré los ojos y besé sus nudillos bajo su atenta mirada intentando transmitirle todo lo que mis labios callan.
De golpe, la puerta se abrió sobresaltándome. Solté la mano de Kristen muy mosqueado por la intrusión y cuando levanté la vista me encontré con la comitiva Bartholy encabezados por mi "encantadora" hermanita.
-¿Veis? Os lo he dicho, Drogo se ha encerrado en su cuarto con el cadáver- Reveló Lorie señalándonos con el dedo plantada frente a nosotros con Sirius y Nicolae tras ella.
La expresión de Sirius reflejaba sorpresa y luego sosiego mientras que Nicolae me miraba con desaprobación y desdén. Tenía los brazos cruzados y me fulminaba con unos ojos más oscuros de lo normal. La figura de Nicolae lucía imponente y su enfado crecía junto a su aura llenando toda la habitación, asfixiándonos.
-¿Qué está pasando aquí, Drogo?- Preguntó apretando los dientes, conteniéndose.
Kristen se aferró a mi camisa, hundiendo la cabeza en mi pecho respirando pesadamente. Está demasiado débil como para enfrentar a nadie porqué sino estoy seguro de que haría volar a Nicolae muy lejos de aquí.
-A ver si lo he entendido bien, ¿esa maldita bruja Nimbus maldijo a Kristen con un hechizo que sólo John sabe cómo deshacer pero antes debe conseguir no se que mierda el cual está atado a ese maleficio? Suena fácil, claro que sí...- Explica Sirius echándose para atrás en la silla para luego restregarse la cara con frustración.
Después de que Nicolae me arrastrara hasta el salón de reuniones seguidos por Sirius para dar explicaciones, Lorie se fue de nuevo hacia su cuarto con una sonrisa de satisfacción pintada en su cara por habernos cortado el rollo. Kristen se ha quedado arriba dándose un baño y descansando en su habitación.
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Zenit. (EN PROCESO)
VampirKristen y Sky son dos jóvenes australianas que viajan a Alemania para cursar un grado de citogenética en una importante Universidad de Berlín. Su nueva vida, lejos de su casa, resulta ser muy intensa. Estudiar y conocer gente nueva era algo con lo q...