Princesse #9

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"Unos lloran con lágrimas; otros con pensamientos"
Octavio Paz.

[Melissa]

23:41 PM.

Llegamos con Edmond a su casa, él quiere venir por su auto, de paso saludar a su madre, mi amigo puede ser algo maldito, aprendió varios idiomas sin decirle a su madre para que ella le siga hablando en francés, le dije que le diga la verdad de una buena vez, pero me dijo que le da gracia su mamá y que prefiere que eso se quede así.

Es muy de Edmond hacerse el desentendido siempre, yo sólo podía sentirme un poco mal por ella, es una madre muy amorosa, me recibió con un gran abrazo, conversamos un poco, ella cuando hablaba conmigo pensaba que Edmond no entendía lo que me decía mientras él sólo se reía a sus espaldas.

—Melissa, tú debes hacernos el favor, ayudalo a conseguir una buena pareja...— Edmond escupió su bebida de repente, me reí, ojalá lo descubra —. Vous êtes doué?— dijo su madre. (¿estás bien?)

—Oui, je vais bien, merci— respondió Edmond. (Sí, estoy bien, gracias)

Me reí, Edmond se ve super incómodo, yo también lo estoy un poco cuando hablan en su idioma no entiendo ni jota de lo que dicen, sé que su mamá lo descubrirá pronto y que rece porque no tenga nada a mano con que lanzarle.

Nos despedimos pronto de su madre entramos al auto, saco mi celular para mirar la hora, ya casi es medianoche, recibo una llamada de Clarissa, la contesto.

—Clarissa.

—Melissa ¿estás con Roman?.

—No.

—¿Puedes ir por él? Me preocupa mucho, dejó de contestarme los mensajes, me dijo que está con Charlie en su casa, me llamó y colgó de repente ¿tú estás con alguien? ¿dónde estás a éstas horas?.

Woo no quiero ser grosera, pero eso... tal vez si, me estoy quedando en su casa si tiene un poco de derecho a preguntar.

—Bien, yo iré por él ahora, no te preocupes, debe estar bien.

¿Bien? Bien ebrio el maldito, lo voy a matar.

Terminé la llamada, guardo mi celular en el bolsillo de mi jeans, Edmond me ve, a él no hace falta explicarle nada, su mirada me confirma que sabe que pasó y de quien se trata, tampoco quiere a Roman.

—¿Y dónde está Roman?.

—En la casa de Charlie, yo te diré el camino, es increíble el idiota.

—No importa, vamos por él, lo dejamos en su casa y tú y yo podemos seguir con nuestro paseo.

—¿No estás agotado? Andamos todo el día.

—Es algo que hago todo el tiempo, no, pero si tú estás cansada lo dejamos para después.

Hice un puchero y asentí.

—Sí, ya tengo mucho sueño.

—¿Y dónde dormirás?.

—Yo me quedo en la casa de Roman.

Me ve con asombro.

—¿Y duermes con él?.

—Haber no, no, y-yo me quedo en una habitación que está a la par de la suya.

—Ah bien ¿y qué pasó con Hailey? Debe odiarte porque tú si puedes.

—Hailey se fue de aquí, terminaron muy mal, fue un problema muy grande y creo que Roman no la supera.

—Y no lo hará, ellos estaban muy enamorados lo recuerdo muy bien, en cuanto puedan regresaran.

Auch, mi dolor llena todo mi pecho ¿debería contarle de mis días con Roman?.

Amigos en matrimonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora