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Al dia siguiente me levanto con una cruda horrible, me dirijo a la cocina a preparme un cafe y ahi estaba él.

–¿que haces aqui?
–necesito hablar contigo
–no tenemos nada que hablar, ya te dije que fue un maldito error, yo jamas he besado a un hombre y es asqueroso
–no tienes porque expresarte asi –niega con la cabeza
–yo digo lo que quiero porque estoy en mi casa, largate y agarra tus cosas –alzo la voz
–creí que ibamos formando algo –dice cabizbajo
–ja por favor ¿tu y yo? Eso jamas va pasar, me caes muy bien y es todo, fijarme en ti seria absurdo –comienza a llorar y recoge sus cosas, estaba apunto de marcharse y le digo
–agus –voltea con lagrimas en los
ojos –mi llave –extiendo la mano pero él la deja en la repisa y se va.

Se que me van a estar odiando y no me importa, no pueden obligar a alguien a ser amable simplemente porque los demas son debiles.

Regreso a la cama y mejor decido darme un baño. Despues paso una tarde en mi departamento encerrado.



Asi se acaban estos dos capitulos del dia de hoy, se que este fue muy corto pero estaba pensando en sustituirlo pero no, asi le da la chispa que el libro necesita para lo que se viene. Sigan leyendo. Y no olviden votar y comentar.

Malvado Espindola⚓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora