7 huellitas

473 61 10
                                    


Jm;

ㅡ Ya, ya, llevas mucho rato con él. A ver, dámelo.

ㅡ Que no, está distraído conmigo, agugú, agugú.

ㅡ... ¿Agugú, agugú, mongólico?

Ahí van otra vez. Ay, alguien que me ayude.

Llevan así toda la tarde.

Vale, son mis amigos. Los amo, pero a veces no entiendo cómo hacen tanto escándalo (aunque admito aquí con toda la honestidad que yo soy el más risueño de los tres, así que no sé porqué me quejo, cuando lo disfruto igual).

Los chicos vinieron porque estaban ayudándome con el adelanto del proyecto del liceo. Estábamos terminando un par de láminas en mi casa porque bueno, sin contarme a mí podía decir con facilidad que solamente Jungkook, Hoseok y uno que otro de mis compañeros estaba colaborando con algo que se supone, deberíamos hacer todo. Lo malo de ser un estudiante aplicado es cargar automáticamente con todas las responsabilidades de los demás, ya que por prestar atención a las clases los demás pensaban que yo era una especie de robot sin responsabilidades y cosas que hacer además de la tarea.

Ash, algún día haré una huelga por eso. O tal vez me queje en redes sociales para que pase ... Absolutamente nada.

Mientras tanto el peludito Tannie yace en el regazo de Jungkook, una vez más por quinta vez en la tarde.

ㅡ Mongólico eres tú. Tannie dice agugú porque él es un bebé.

ㅡ Más mongólico eres tú porque tienes fastidiado al pobre Tannie mientras le hablas. Mírale la carita, quiere venir conmigo.

ㅡ Deja a Kookie en paz.ㅡ Hobi coloca su típica carita de enojo.

ㅡ Lo dices porque a ti te...

ㅡ ¡Mira, me da la pata!ㅡ Creo que grité al decir eso, pero el punto es que todos se distrajeron y colocaron su atención en la patita esponjosa de Tannie sobre mi dedo índice. Me hubiese entregado por completo a la ternura de no haber sido por el increíble susto que acabo de pasar.

Aprovecho que Jungkook esta distraído con Tannie y le lanzo una mirada fulminante a Hoseok. Él sabe que su dedo pulgar peligra si dice algo así sea por equivocación.

Quizás fue mala idea decirle que me gusta Jungkook.

Porque... Sí, Jungkook me gusta.

Me gusta mucho.

Recurro a mí maña de acomodarme el cabello discretamente luego de eso. Recordarlo, sumado al pequeño escalofrío en mi pecho por pensar en que Hoseok estuvo a punto de soltarlo todo, hace que mis dedos involuntariamente tiemblen de puros nervios. Aún no sé muy bien como ocultarlo, y trato de evitar que ni la mosca se dé cuenta.

Y entonces...

ㅡ ¿Te pasa algo, Mochi? Estás pálidoㅡ murmura a mi lado, colocando una mano sobre mi hombro.

Y entonces él pasa.

¿Por qué?

¿Por qué es tan bueno, por qué?

El mayor error que pude haber cometido, sin dudas, fue haberme enamorado de mi mejor amigo. Y ese error tan gigante comenzó nada más y nada menos que por lo que estoy haciendo justo ahora:

Perderme en sus ojos.

Sus ojitos color avellana, grandes y brillantes, esos ojos de pestañas escondidas, claras pero alargadas. Aquellos que al dirigirse a mí me ofrecían la más preciosa de todas las vistas, y las estrellas más bonitas del planeta.

No puedo NO perderme en sus ojos. Pero ¿Qué diablos se supone que haga? ¿Siempre fue así de guapo? Y lo más importante, ¿Por qué tuve que darme cuenta de su belleza ahora?

ㅡ Estoy... Estoy bien, Nochu.ㅡ Parpadeo quedamente hasta desviar con velocidad la mirada.ㅡ No pasa nada. Iré a la cocina por agua, ya vuelvo.

Es tan vergonzoso estar en esta posición que siento que Jungkook podría descubrirme ahora mismo, así que salgo corriendo como un cobarde, lo más rápido que puedo hasta llegar a mi cocina.

A penas cruzo el marco de la puerta, apoyo mi espalda de la cerámica. De pronto hago consciencia sobre lo rápido que me late el corazón y sobre lo nervioso que estoy. Solamente puedo recordar su cara hacía mi y unas enormes ganas de llorar me golpean.

¿Por qué?

¿Por qué tuve que hacer eso? ¿Por qué tiene que pasarme esto? No quiero estar enamorado de Jungkook. No quiero que el sea tan lindo conmigo. Quiero que todo sea como antes y que la menor estupidez no me afecte, porque dañaría totalmente la amistad, y no quiero perder eso. Ojalá pudiera pretender mejor que no siento otras cosas, pero...

No puedo controlarlo.

Aish.... me detesto.

ㅡ Mimi. Lo siento, no quería decir eso así. Estaba bromeando pero salió casi sin pensar.ㅡ La voz de Hobi entrando a la cocina hace que por instinto me sobresalte, pero el susto me pasa tan rápido como Hoseok se acerca y me abraza. Por lo rápido que fue, solamente pude reconocer arrepentimiento en su cara, entonces me sentí inevitablemente triste.

ㅡN-no, Hobi, no es tu culpa. Soy yo que soy un tonto, pero tú no hiciste nada. Lo lamento.ㅡ Abrazo a Hoseok de vuelta con fuerza.

ㅡ No llores, Mimi, lo lamento yo mucho más. Tendré más cuidado.

ㅡ Vale. Aunque no importa, Hobi. Ahí no hay nada, es algo inexistente.

ㅡOye, Mimi.ㅡ Murmura, separándose brevementeㅡ Tú... ¿En verdad no planeas decirle?

La pregunta hace que se me reseque la lengua, y tengo tantos flashes de los mejores momentos al lado de ellos dos, que en un pestañeo tengo la respuesta más que clara.

ㅡNo.ㅡ Digo con firmeza.ㅡ No quiero arruinar todo.

ㅡ Pero, ¿No sería mejor decirle de una vez?

ㅡ Hobi... No quiero echar a perder las cosas, tengo miedo. Y por eso mismo es que Jungkook nunca se tiene que enterar de esto.

Las cejas de Hoseok se fruncen hacia arriba, parece que va a llorar, pero creo que soy culpable de esto, ya que le contagio el llanto a Hobi muy rápido, pero no dejo que avance mucho así que le limpio las lágrimas lo más rápido que pude.

ㅡEntiendo. Está bien, Mimi. Sólo no dejes que esto empeore. Estaremos bien.

ㅡ Claro que estaremos bien, ahora deja de llorar que luego subiremos con las caras rojas y será raro.

ㅡ Sí.ㅡ Hobi pasa el dorso de su mano por su cara y me da palmaditas en el hombro luego de eso, regalandome una sonrisa reconfortante.

ㅡ No es momento de llorar. Hay mucha tarea que terminar por los momentos. Así que manos a la obra.

ㅡ Está bien. Solo guarda el secreto. Sólo nosotros dos podemos saberlo.












Maratón 3/7.♡

𝑷𝑬𝑹𝑹𝑰𝑻𝑶 𝑷𝑬𝑹𝑫𝑰𝑫𝑶 ᴥ︎︎︎ 𝐕𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora