Astaroth 1

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A lo lejos veo el palacio, y pienso en lo que viene, en lo que tengo que enfrentar y no tengo miedo en absoluto

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A lo lejos veo el palacio, y pienso en lo que viene, en lo que tengo que enfrentar y no tengo miedo en absoluto. No puedo temer.

Estoy dispuesto a pelear y darlo todo por él, a sufrir lo necesario si es por su bien.

Llegando a la sombra de los frondosos árboles detengo a la bestia.

- Bien hecho. - Le digo mientras me bajo y le quito la silla.

Él suelta un bufido de agrado, y de pronto escuchamos el reconocido silbido de Cimejes.

Mi fiel compañero está alerta a en qué momento y por donde aparecerá.

Pronto suena el impacto de una palma juguetona contra el costado del caballo, el cual se sobre salta pero inmediatamente lo busca y ahí está, sonriendo y dándole una manzana roja.

- ¿Por fin obtuviste tú tarea, Albo? ¿Si le haz cuidado bien? - Pregunta sacando otra manzana roja de su bolsillo.

El caballo la come y se va a pastear por todo el campo libre que tiene.

- ¿Cómo te fue? - Me pregunta, aún mirando por donde se fue Albo.

- ¿Es necesario que lo preguntes? - Le respondo y ahora me mira, con su característica sonrisa.

- No porque hayan pasado siglos y ahora seas un demonio fuerte quiere decir que vaya a dejar de preocuparme por ti. - Responde en cambio.

- Estoy consciente de que ya todos están enterados, mis orejas arden más de lo normal. - Digo en medio de una risa suave.

- Entonces está bien que te diga que Luzbel está insoportable, está hecho un verdadero dolor en culo.

- Creo que es hora de que supere lo que pasó. - Indico mientras le hago señas para que nos encaminemos a las puertas del palacio.

- Le jodiste el ego, SeokJin. Lo que más le tiene dolido es que haya sido con un humano, con ese humano.

- Sigo sin entender cuál es su problema, se revolcó con Lilith cuando habíamos hecho un pacto, no me duele, pero me jode que después de tantos siglos siga sin poder superar algo que él dañó.

Empujo las puertas e ingresamos.
Vemos como algunos demonios de menor categoría hacen una reverencia a nosotros y la devolvemos.

Seguimos avanzando camino a la sala principal donde supongo que ya todos esperan.

- ¡Cállate, TaeHyung! Sino te hubieras insinuado a mi, nada de esto estaría pasando. - Escuchamos como gritó Luzbel.

Tomo una respiración profunda y abro las puertas de cristal. Todo queda en silencio y siento como la mirada roja y penetrante de Luzbel cae en mi.

Veo como aspira fuerte y luego como suelta todo el aire de manera pesada. Su mirada roja cambia a oscura y tenemos una pequeña batalla de miradas.

Mi Suerte | JinSu - YoonJin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora