Astaroth 2

11 1 0
                                    

Desde el momento en que Dios me dijo cuál sería el precio a pagar por lo sucedido, se dió inicio a mi preparación para mi temporada en el Limbo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde el momento en que Dios me dijo cuál sería el precio a pagar por lo sucedido, se dió inicio a mi preparación para mi temporada en el Limbo.

Escoltado por un ángel y un demonio fui guiado a una habitación, en donde cambiarían mis ropas negras a una túnica totalmente blanca, para luego poner una venda negra en mis ojos.

Poco después fui guiado al punto medio entre el infierno y el cielo, es decir el Limbo. Dónde Dios y Luzbel me esperaban para dar inicio.

Contrario a lo que muchos pensarían, el Limbo posee muchos lugares y terrenos diferentes. En mi caso estaría en medio de un agradable bosque.

- SeokJ-, perdón, Astaroth, ¿Cómo estás? - Preguntó un alegre Luzbel.

El cual recibió una mala mirada de parte de Jimin, quién estaba enterado de todo lo que había pasado entre ellos dos.

SeokJin ignoró completamente a Luzbel, y esperó a que a qué Jimin diera indicaciones sobre el paso a seguir.

- ¿Estás listo, SeokJin? - Pregunta amablemente, viendo cómo SeokJin respondía sin pensarlo, seguro de lo que iba a hacer.

Su boca se vuelve una línea, y siente una incomodidad en el pecho al ver que aún siendo Dios, no podía hacer absolutamente nada para ayudar a un demonio el cuál había robado su atención por su forma de ser.

Porque aún siendo un demonio era alguien agradable, y le hubiera agradado aún más haberlo conocido en otros términos. No en el término bien-mal o Dios-demonio.

Pero para estas alturas ya no había marcha atrás.

-De acuerdo. - Dice, y les da indicaciones al demonio y angel que lo han estado escoltando para que lo lleven al centro del claro que hay en aquella parte del bosque.

Claro, que tiene de radio al menos dos metros, y el cual se encuentra tupido de árboles.

SeokJin es llevado allí, para luego arrodillarse en el centro.

- Astaroth, una vez más. ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? - Pregunta Jimin.

Y una vez más SeokJin responde sin dudar. - Sí, por favor. Deseo empezar ahora.

Los dos escoltas ahora se dirigen al lado de Dios y Satanás, siendo testigos de las palabras de Jimin.

Observan como los árboles a su alrededor se iluminan con una luz dorada creando un perfecto círculo, y como poco a poco del cielo de aquel lugar empiezan a caer pequeños destellos negros.

Destellos negros que luego se ven atraídos hacia el cuerpo arrodillado de SeokJin, envolviéndolo. Para cuando todo su cuerpo e incluso su rostro están cubiertos por estos destellos, ven como empiezan a penetrar la piel y túnica, y cuando una última luz termina de fundirse a su piel, es cuando escuchan el gritó más desgarrador que hayan oído en su larga vida de demonios.

JungKook ve como el cuerpo de SeokJin se estremece por el dolor, ve como su rostro cae al pasto sobre el que está, ve como su frente se perla por el sudor mezclado con un poco de sangre. Y quizás le remuerde un poco la consciencia, es por eso por lo que intenta hacerle cambiar de opinión.

- SeokJin, por favor. Pídele a Jimin que pare, yo me iré. Tú te quedas acá y yo bajo a la Tierra. - Se lame los labios ansioso, al no obtener respuesta.

Mira a Jimin, el cuál mira fijamente a SeokJin, a la espera de una señal. Pero él solo se sigue quejando en el pasto, arrodillado, con sus manos atrás y su frente sobre este.

Jimin piensa en que no sabe cómo hará SeokJin para soportar el dolor de pagar sus pecados propios, los de el chico en la tierra y su castigo por lo que hizo con el demonio, castigo que debía tomar el pálido, pero que prefirió tomarlo él.

Demasido dolor para un solo ser, incluso si este es un demonio. 

Escucha como JungKook vuelve a insistir.

- SeokJin, vuelve conmigo. Quédate conmigo y olvídalo a él, si te quedas conmigo prometo serte fiel, dejarás de sentir dolor, cariño. - Insiste y una vez más no obtiene respuesta. - ¡SeokJin, entiende de una vez que él no vale la pena! - Grita esta vez y ve como SeokJin intenta mover su cabeza.

Cuando finalmente logra girar su cabeza en dirección donde cree está JungKook, toma una larga respiración y con palabras entre cortadas le dice: - Q-Que te jodan. Soportaría mil veces este dolor si es por él.

JungKook sorprendido y completamente enojado por lo dicho, suelta un bufido y se retira, sintiendo la vena de su frente palpitar y su rostro en extremo caliente. Jurando vengarse de aquel pálido que habita en la Tierra.

Jimin le observa una vez más y decide que es hora de retirarse. Cerrando aquél círculo y dejando establecido que solo un ente tiene acceso a él.

Por otro lado está SeokJin, quién solo piensa en que no se puede arrepentir y está seguro de que no lo hará. Porque arrepentirse significa dejar a YoonGi, significa que no podrá estar a su lado nunca, significa olvidarlo a él.

Y el dolor de los diez millones espadas de fuego que siente que lo atraviesan no se compara en nada al dolor que siente su pecho al pensar en olvida a YoonGi.

Porque aunque sienta bajo sus piernas el correr de la lava ardiente, jamás va a ser suficiente el dolor para querer hacerlo dejar a YoonGi.

🖤🌔

Perdón por los errores. ^^
Pobre Jinnie. :(
Me siento mal por hacerlo sufrir. u,u
Pero nada es gratis en esta vida.


Espero les guste.
Próxima actualización: 11/10





Mi Suerte | JinSu - YoonJin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora