Capítulo 5

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Tres días habían pasado desde que YoonGi fue llevado a aquel hospital por haberse visto envuelto en aquel accidente de tránsito

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Tres días habían pasado desde que YoonGi fue llevado a aquel hospital por haberse visto envuelto en aquel accidente de tránsito.

Su supervisor en el trabajo lo había ido a visitar para ver cómo estaba e informarle que el seguro ya estaba cubriendo sus gastos en el hospital y lo que le había pasado al vehículo en el que se movilizaba.

El mecánico a cargo en la empresa había dicho que la última revisión y mantenimiento general que había hecho al vehículo había sido la semana anterior al accidente, pero que más sin embargo cuando fueron a revisar los frenos, se dieron de cuenta que el resorte recuperador estaba fuera de su lugar, cosa que era muy extraña teniendo en cuenta que este estaba muy bien asegurado y no era posible que se saliera de un momento a otro.

Decidiendo no pensar mucho en ello y deseándole salud y pronta recuperación, se retiró diciendo que lo esperaban pronto en la empresa.

Suspirando y esperando que llegara la hora del almuerzo YoonGi estuvo pensando sobre la última actualización que había tenido sobre su padre y su estado de salud.

El hombre ya había pasado sus sesenta años, por lo que ya era alguien que debía de tener cuidado sobre su estado de salud el cual no era muy bueno.

Pues su niñez se había desarrollado en un pueblito, en casita de palma en ocasiones y cocinando con madera, para luego de unos años añadir a sus pasatiempos el consumo de tabaco, cosas que le desarrollaron una neumonía muy severa.

Fue un señor bastante necio en su juventud, así que en su vejez todo esto empeoraba. Por sus constantes choques y diferencias, YoonGi decidió tomar distancia de él, procurando estar enterado sobre la salud del señor Min, todo esto gracias la secretaria/cuidadora que él tenía a cargo.

El señor Min siempre fue un hombre de mano dura con él, y por costumbre era en demasía estricto con su hijo por ser un varón, pero de por sí el señor se conocía por en ocasiones llegar a ser un cabronazo con todos. Extrañamente con la única persona con la que podía ser amable era con su fiel secretaria.

La llamada que había recibido aquella mañana por parte de la ya mencionada, no fue nada agradable.

Le comentó acerca de que su padre había salido muy temprano de casa sin avisar a nadie y cuando tuvo razón de él, fue cuando la llamaron a informarle que el señor había tenido una descompensación grave debido a la larga caminata bajo el rayo de sol y sin un bocado en el estómago.

La señora le había sugerido sobre dejarlo internado en algún lugar donde él estuviera en un mejor ambiente y con mejor atención médica las veinticuatro horas.  Ella ya había averiguado todo y solo era cuestión de que él como hijo diera la autorización, pues ella podía hacerse cargo del negocio en sociedad que tenía con otro señor. 

Él le dijo que apenas le dieran de alta se acercaría a cada centro para asegurarse de cuál era el mejor para su necio padre.

Más tarde recibió la visita de su querido amigo NamJoon el cuál venía con una sonrisa de oreja a oreja que había decidido no cuestionar, prefiriendo que el menor le contara cuando quisiera cuál era el motivo de su radiante sonrisa.

Una semana después se encontraba empacando las pocas pertenencias que tenía en aquella habitación del hospital, ya le habían dado el alta y estaba más que listo para salir de aquel lugar

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Una semana después se encontraba empacando las pocas pertenencias que tenía en aquella habitación del hospital, ya le habían dado el alta y estaba más que listo para salir de aquel lugar.

Escuchó un golpe suave en la puerta y giro su cabeza en dirección a esta, viendo ingresar a NamJoon con esa sonrisa enorme que no le había abandonado en estos días.

– ¿Listo para irnos, Hyung? - Dijo llegando a su lado y viendo en qué podía ayudar.

– NamJoon-ah, no tenías que molestarte en venir, te lo dije. - Dijo el mayor con un puchero en sus labios.

El mejor le golpeó suavemente en el hombro y enojado le dijo: – No seas estúpido, Hyung. Para mí no eres ninguna molestía, ya te lo he dicho de mil maneras.

El otro se quejó dramáticamente y lloriqueando respondió: – Respeta a tú débil y herido, Hyung. No lo volveré a decir.

– Eso espero. Vamos, te llevo a tu apartamento y me quedo contigo el resto del día. Mi jefe me dió el día libre por un trato que ayudé a conseguir con su hijo. - Tomando la maleta del mayor se dirigieron a la recepción a firmar unos papeles y finalmente salir del hospital.

Horas más tarde se encontraban en el sofá de la pequeña sala del mayor, reposando del gran almuerzo que habían tenido, cuando escucharon el sonido de un celular que notificaba un mensaje, el celular pertenecía al menor, quién lo tomó y de inmediato una enorme sonrisa se pintó en su rostro.

Todo bajo la atenta mirada de su Hyung, quién sonrió y se dió una idea de que el motivo de aquella sonrisa en el rostro del menor no era algo sino un alguien.

Vio como éste dejaba el celular de lado y sonrojo se extendía en su rostro. Su curiosidad no queriendo darle espacio a su menor.

– Yah, dime de una vez quién es el que te roba esas sonrisas y sonrojos, mocoso. - Dijo de repente haciendo sobre saltar a su menor.

Este le miró un momento y luego bajo su rostro aún más sonrojado por haber sido tan evidente.

– H-Hyung... - Dijo tomando un cojín y enterrando su rostro en este.

Poco después lo retiró y decidió hablar: – Es el hijo mi jefe, Hyung. - Dijo expectante y muy sonrojado.

YoonGi solo sonrió y lo invitó a que continuara y le contara lo que quisiera.

Suspiro y en murmullo dijo: – Creo que me estoy enamorando, Hyung. - Lamió sus labios y continuó. – ¿Es normal que me guste absolutamente todo de una persona? Dios, es que ni siquiera lo conozco de mucho tiempo, y simplemente no puedo dejar de pensar en él.

Él simplemente siguió escuchando a su amigo hablarle de un chico de hermosa sonrisa, que era mucho más hermoso que cualquier flor que haya visto en su jodida vida, el más inteligente y encantador de todos.

Todo esto mientras él solo recordaba a su SeokJin, anhelando saber de él, queriendo una vez más todo de él.

– Sí, Joonie, sí es normal enamorarse de alguien a quien no conoces. Simplemente déjate llevar y no cuestiones al amor. Solo disfruta.

Tal como yo disfruto del recuerdo de haberlo tenido a él para mi solo, aunque fueron unas pocas horas. Esto solo quedándose en su pensamiento. 

🖤🌔

Próxima actualización: Mañana.
Espero que las pocas personas
que aún lo leen lo estén
disfrutando.
De aquí en más todo viene súper
rápido.




















Mi Suerte | JinSu - YoonJin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora