Astaroth 5

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De una u otra manera, JungKook había logrado convencer a Jimin de dejarlo entrar al lugar de penitencia en el que estaba SeokJin

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De una u otra manera, JungKook había logrado convencer a Jimin de dejarlo entrar al lugar de penitencia en el que estaba SeokJin.

Quería ver a su amado para hacerle entender que él era mil veces mejor que el simplón que había resultado ser aquel pálido.

No lograba comprender cuál era la obsesión del demonio con ese humano, él era consciente que se había equivocado al engañar a SeokJin con TaeHyung, pero también sabía que cuando se amaba a alguien, todo tenía solución.

SeokJin debía de dejar el orgullo de lado y sus berrinches, pues Luzbel estaba convencido de que el demonio le amaba y no pensaba dejar que el estúpido humano se quedara con el.

Al llegar al lugar hizo un gesto de desagrado al ver al demonio empapado de sangre casi a totalidad, más el charco del mismo líquido que se veía enorme.

Un desperdicio.

Suspiro y empezó a acercarse al cuerpo para poder tocarlo, más SeokJin se alejó apenas le sintió, como si de peste se tratara. Cosa que hizo al demonio suspirar una vez más.

– ¿Qué mierda, SeokJin? - Su tono de voz áspero por la amargura que le provocó el gesto del contrario.

No obtuvo respuesta, así que intentó tocarlo una vez más. Pero esta vez por más que SeokJin quiso alejarse, no pudo, su cuerpo estaba muy lastimado y seguía siendo sometido a más dolor en esos momentos.

JungKook suspiro y sonrió con amargura: – ¿Por qué nos haces esto, amor?

Una vez más no hubo respuesta, pasó sus manos delicadamente por el rostro del contrario, el cual se encontraba asqueado por el tacto. 

– ¿Eh? Dime, ¿Por qué haces esto cuando sabes que nos amamos? - Con su pulgar acarició los labios de SeokJin, levantando su rostro para observar como lágrimas de sangre caían. – Él no te merece, él no merece que sufras, que derrames tus preciosas lágrimas haciendo que tú rostro se ensucie.

Pasó sus dedos por sus pómulos para remover la sangre, acercando ahora su rostro al contrario para hablar muy cerca a sus labios. – Ven conmigo, amor. No necesitas a nadie más que a mí, te amo y estoy dispuesto a perdonar que hayas querido abandonarme.

Vio como SeokJin tomaba una respiración y fruncía sus labios para intentar hablar. Acunó su barbilla en la palma de su mano y con sus dedos acarició, sonriendo con carino. – Dime, hermoso príncipe.

Un gesto de dolor atravesó el rostro de SeokJin antes de poder decir: – A-Amo... Amo con... Locura... Y c-como a nadie a-a... Min YoonGi.

La sonrisa que se había formado en el rostro de Luzbel desapareció, endurecido cada parte del cuerpo del demonio.

La mano que antes sostenía con cariño la barbilla de SeokJin, ahora se encontraba apretando esta a tal punto de que SeokJin pudo sentir como cada dedo taladraba su carne y hueso, haciéndolo gritar e intentar alejarse, una vez más.

– Eres un bastardo. - Escupió JungKook, llevando ahora su mano a la cabeza de SeokJin y tomando impulso para estrellarlo contra el pasto, para así destrozar la cabeza del demonio y terminar de una vez con su miserable sufrimiento y vida. Pero fue interrumpido.

Fue cuestión de segundos para que le arrebataran a SeokJin de sus manos, para luego ser descargado una vez más en el pasto  y  él fuese el que terminara siendo impactado con fuerza abrumadora contra el pasto.

Puedo ver el destello de furia en los ojos color miel de Dios.

– ¿Qué crees que ibas a hacer, Luzbel? - Habló con furia Jimin. – ¿Para esto querías el permiso? ¿Pensabas acabar su vida e infringir una vez más las reglas? ¿Quieres guerra, Jeon?

JungKook sonrió con cinismo: – ¿Te quieres aprovechar de que tengo a mi mano derecha abandonando las filas? Eres un suc-...

Más fue interrumpido una vez más por Jimin, quién en su furia y sin contemplación, lo tomó de cuello lanzándole como un saco de basura, fuera de ese lugar.

– No quieres provocarme, Jeon. Todo tu ejército es nada a mi lado. Soy Dios, soy tú Dios. No te olvides que una vez me estuviste sirviendo y que sigues siendo nada a mi lado.

El contrario apretó sus labios y por lo bajo expresó: – Ya veremos quién es quién. 

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Mi Suerte | JinSu - YoonJin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora