El sonido del paso fino, la lluvia y la oscuridad, me dicen que está aquí... Una vez más.
-Tú...
Parejas:
JinSu - YoonJin
NamSeok - HopeNam
Por el mes de octubre.
Inicio: 01/10/2020
Terminada: -
Historia corta, que debería de ser terror pero no...
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Observaba el cuerpo del demonio tirado sobre el pasto, el cual tenía gotas de sangre aquí y allá.
Este tenía la boca entre abierta, respirando con pesadez y cierta dificultad. Su rostro completamente rojo debido a la fuerza que hacía su cuerpo al resistir las grandes descargas de dolor.
Vió como poco a poco este empezaba a perder la conciencia, pero su cuerpo vibraba, pues aún estando inconciente su cuerpo estaría sufriendo y recibiendo dolor.
Mientras estuviera pagando, no iba a descansar ni un segundo.
Finalmente decidió entrar al campo, acercándose al cuerpo tirado, y apretando el bolso que tenía en sus manos.
Se arrodilló a su lado y abrió el bolso para sacar un recipiente de metal, unas bayetillas blancas y un frasco cerrado que contenía agua.
Abrió el frasco y vertió un poco de agua en el recipiente metálico, luego sumergió dos bayetillas para dejarlas remojar mientras tomaba el cuerpo de SeokJin en sus brazos, y dejaba la parte superior sobre sus piernas.
Quitó la venda negra de sus ojos y vió la sangre seca que estaba al rededor de sus párpados, estiró la mano y tomó una bayetilla mojada, la escurrió y luego la pasó de manera suave alrededor de sus ojos y cejas, quitando toda la sangre seca que había en ellos.
Luego estiró su mano y ahora tomó una beyetilla seca, para quitar todo residuo de agua y agua-sangre que hubiera podido quedar. Volvió a poner la venda y ahora limpió todo el rostros y cuello de este.
No podía quitar sus ropas, así que limpió toda piel expuesta que dejaran estás, dejando sus manos para lo último.
Estaba sacando una bayetilla húmeda para limpiar sus manos cuando se dió cuenta de que SeokJin estaba despertando.
– Jae, ¿Qué haces aquí? - Dijo el demonio con voz ronca. Su garganta reseca.
Jae acercó a sus labios un termo con agua, el cual había estado guardado en el bolso.
– Jimin fue amable y me dejó venir a verte. - Dijo viendo al demonio tomar unos pocos sorbos.
– Gracias, no tenías que hacerlo. Lamento molestarte. - Dijo, sintiendo como el otro retiraba el líquido que se había escurrido por sus comisuras.
– No te preocupes, no hay nada por hacer allí afuera, así que no estás molestando. - Dijo mientras ahora empezaba a limpiar las manos del demonio.
Estuvimos en silencio durante un rato, escuchando el sonido de las telas y agua.
– ¿Qué sabes de él? ¿Lo has visitado o al menos visto? - Dice al fin, cerrando su boca casi de inmediato cuando una descarada de dolor lo atraviesa y el sudor con sangre empiezan poco a poco a decorar su frente.
Termino de limpiar sus manos y ahora lo descargo suavemente una vez más en el pasto.
Tomo una respiración y dijo: – Lo he visto a la distancia, sabes que no soy muy de contacto con humanos, prefiero a mis demonios. Pero él... No está bien, pero sí está muchísimo mejor que tú.
Lame sus labios y continúa: – Tiene a este amigo suyo a su lado, y Albo ha estado en todo momento a su alrededor, aunque él parece no notarlo. - Se arrodilla y empieza a guardar todo en el bolso. – He estado al pendiente de cualquier movimiento de JungKook, pero ha estado muy tranquilo, cosa que es sospechosa.
Dice asintiendo para sí mismo. Termina de guardar sus cosas y se pone de pie.
– Jimin ha sido amable al dejarme verte, pero solo es por poco tiempo, SeokJin. Espero poder venir pronto. - Y se da la vuelva en el momento en que escucha un gritó desgarrador de parte del demonio.
SeokJin se queda en aquel lugar sintiendo las millones agujas penetrar su piel, pero trata de concentrarse él, de pensar en él y resistir por él.
