Recuerdo

354 30 0
                                    


-Vamos Cinco.- insistía la pequeña Annie con una caleta en cada lado. 

-No, nos meteremos en problemas.- le dijo Cinco.

-¿Problemas? Siempre lo estamos, da lo mismo si sumamos uno más.- dijo Annie con una sonrisa mientras pasaba la ventana y quedaba en las escaleras de emergencia. 

-Ocho, ni siquiera hemos salido una vez solos, ¿A donde quieres ir?- le pregunto mientras seguía a la castaña.

-En el camino a casa vi un local de donas bastante cerca, podemos ir ¿No?- dijo con una sonrisa y empezaba a bajar seguida por Cinco. 

-Solo esperemos que padre no se de cuenta, no quiero que te haga daño.- dijo Cinco mientras agarraba la mano de su mejor amiga y hermana, nunca antes habían salido de la academia a excepción de algunas misiones que hacían pero nada más.

-Yo estaré bien, porque no nos pillaran.- dijo con una sonrisa mientras movía hacia adelante y atras sus manos unidas y así caminaron hacía aquel lugar de que hablaba Annie. 

-¿Como pagaremos?- le pregunto Cinco mientras ambos se sentaban.

-Se que no debo hacer eso.- dijo con una cara algo arrepentida mientras de su bolsillo sacaba bastante dinero el cual Cinco oculto. 

-¿¡De donde lo sacaste!?- le pregunto.

-La ultima misión, seguía a unos ladrones a una bóveda con bastante dinero. El dueño o la dueña no se darán cuenta, tenían bastante.- dijo la inocente número ocho de casi 10 años. 

-No tuviste que hacer eso.

-Lo se, pero quería venir contigo a este lugar y papá no nos daría dinero ni permiso.- hablo y número Cinco se murió de la ternura y la abrazo. 

-No importa, yo también me alegro de estar contigo aquí.- dijo y beso la mejilla de la castaña.

-Hola cariños ¿Qué van a querer?- le pregunto una señora pelinegra con algunos cabellos blancos.

═══════════════════════════════════════

Devuelta a la casa ambos caminaron con las manos entrelazadas además con dos bolsas grandes de varias donas, ambos subieron por las escaleras de emergencia y ya en en el cuarto nuevamente escondieron ambas bolsas y se recostaron en la cama del chico sin dejar de abrazarse. Hasta que tocaron la puerta y entre su madre. 

-¡Hola mamá!- saludo la pequeña castaña mientras Cinco sacaba su brazo que estaba detrás de la chica, no le gustaba que nadie lo observara mientras mostraba afecto a la única persona. 

-Hola cariño.- saludo y comenzó a guardar algo de ropa de Cinco para luego acercarse a sus hijos, tomar un pañuelo y pasarlo sobre los labios de la castaña.

-Tienes algo de azúcar y mermelada aquí cariño.- dijo luego de limpiarla.

-Gracias mami.

-No es nada cariño.- dijo y antes de irse miro nuevamente a sus hijos.- Deberían entregarle aquellas donas a sus hermanos antes de que su padre regrese. 

Ambos niños se miraron y rieron al saber que fueron sorprendidos por su madre.

-Te quiero número ocho.

-Y yo a ti, número cinco.

𝐆𝐋𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 & 𝐆𝐎𝐋𝐃 | 𝐧. 𝐅𝐢𝐯𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora