𝐆𝐋𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 & 𝐆𝐎𝐋𝐃 | 𝐧. 𝐅𝐢𝐯𝐞

Recuerdo

Dallas, Texas.

 1960

Era una noche bastante cálida en la ciudad, hace unos pocos días era verano y los días eran hermosos. Pero algo paranormal sucedió, un gigante rayo azul se hizo presente en el cielo estrellado, lanzando a una chica de el, para la suerte de la castaña había caído en un callejón, el mismo que había caído su mellizo hace algunas semanas y este se encontraba vació como las otra vez.

-¡Cinco! ¡Klaus! ¡Diego!- grito el nombre de uno de sus hermanos pero nada, al notar que no iban aparecer se sacudió la ropa para salir del callejón encontrándose todo como de los 60's.

Annie comenzó a buscar algún indicio sobre sus hermanos o el lugar y la fecha en donde se encontraba hasta que empezó a escuchar una música y se encontró con un restaurante, lo pensó bien y no tenía dinero así que aprovecho su poder y se hizo invisible para ir directo a la cocina.

La misma castaña se preparo algo de comer y beber mientras se sentaba y algunos camareros pasaban por su lado sin verla.

-Estos asquerosos subnormales, deberían enseñarles lo que es el bien.- se quejo un hombre apareciendo en la cocina con otro hombre. El primero lanzó un periódico a la mesa y Annie levantó la cabeza.

Lo primero que vio fue la fecha Agosto 28, 1960, la castaña casi se ahoga con la malteada que bebía y leyó el encabezado Los homosexuales se organizaron en defensa de sus derechos, Annie no le encontraba nada de malo aquello pero sabía que estaban en diferentes épocas y todavía en el 2019 había discriminación por aquello.

Aquel día la castaña lo paso caminando por las calles de Dallas buscando cualquier información de sus hermanos o algo que le dijera porque estaba ahí ella sola, cuando tenía algo de hambre  y sed ocupaba su poder para ir a robar algo y así hasta que cayó la noche. 

En aquellos momentos ya hacía algo de frio y Annie frotaba sus manos por su cuerpo hasta que termino en un lujoso hotel, ahí nuevamente ocupo sus poderes para que nadie la viera y ocupo un cuarto desocupado y el más lejano.

Ya al día siguiente logro tomar una ducha y robar algo de ropa decente, se veía bastante bien y al cabo de unos días logro obtener un trabajo en ese mismo hotel, en donde duro algunos meses y por las noches dormía en las habitaciones desocupadas y así se iba manteniendo. 

Annie con todo lo que le había pasado no se dio cuenta de algunos cambios en su cuerpo o más bien en sus pechos, ni siquiera pudo notar como estos iban cambiando lentamente o como los iba teniendo más sensibles e inflamados. 

El trabajo la mantenía ocupada, ella necesitaba el dinero para sobrevivir en aquel nueva época en la que se encontraba. 

Era un día común para la castaña, se levantó de aquella cómoda cama para darse una ducha pero apenas sus pies tocaron el helado piso salió corriendo hacia el baño por unas ganas de vomitar. Ya hasta el resto del día Annie estuvo con unas nauseas, vómitos hasta antojos pero ella no lo tomo en cuenta.

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-¿Segura que estas bien?- le pregunto Rosa una mujer de 40 años que trabajaba en el hotel y que era amiga de la castaña. 

-Si, si. Estos días e estado algo mal del estomago.- le dijo Annie mientras se lavaba la boca y su contorno para no quedar con un mal sabor. 

-¿Desde cuando estas así?- le pregunto mientras regresaban a la entrada.