Recuerdo

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Era un día bastante normal para los integrantes de la familia Hargreeves, Pogo y Grace la madre robot.

A las 5:00 se levantaron los niños. Annie se puso se polera de entrenamiento y luego el uniforme común del la academia.

Su padre había puesto los entrenamientos a las 6:00 de la mañana desde que tenía memoria y nunca le gustó ni permitió que sus hijos desayunar con el buzo de entrenamiento, era algo de mala educación según el. Pero cierta castaña se ponía la polera para no demorarse mucho luego aunque sabía que no servía de tanto pero era algo.

A las 5:15 se encontraban ya todos los niños de umbrella academy con algo de sueño pero evitaban quedarse dormidos y más al ver a su padre entrar al comedor y desayunaron como siempre mientras escuchan Herr Carlson.

A las 5:40 acabaron todos fueron lentamente a sus dormitorios ya que eran vistos por su padre y podían hacer algún desorden.

Ya cuando Annie terminó de alistarse fue al lugar en donde sería el comienzo del entrenamiento que era correr por unas escaleras.

-¿Todavía tienes sueño? - le pregunto Cinco mientras llegaba a su lado.

-Solo algo cansada, anoche me dormí hasta tarde porque me encontraba leyendo un libro que me regalo Diego, además yo no tengo una taza de café escondida.- dijo con una sonrisa divertida lo último pero a Cinco no le dio mucha gracia que Diego le regalara algo a Annie, el debería regalarle algo con que nunca se olvidara de él.- ¿Cinco estás bien?

-Si, si. Solo recordé que debo hablar algo con número seis.- hablo refiriéndose a Ben.

-Claro, voy contigo.- dijo Annie dispuesta de ir con Cinco hacia donde se encuentra su mellizo junto al asiático.

-Lo siento Ocho, pero debo hablar con Seis..... Ya sabes, a solos.- le comento Cinco.

-Claro, te entiendo.- le respondió Annie con una sonrisa mientras se sentaba en uno de los escalones de la escalera que deberían subir mientes observaba a Cinco acercarse a Seis y a Cuatro.

-Hola Ocho.- le saludo Diego a su hermana mientras se sentaba a su lado.

-Hola Dos, me gustó mucho el libro, tienes un muy buen gusto.- le dijo Annie con una sonrisa.

-No es nada, además Seis me ayudó a encontrar el libro perfecto para ti y que mejor que Sherlock Holmes.- dijo y Annie sonrió con aquello y todo eso ni pasaba desapercibido para Cinco que miraba disimuladamente a ambos hermanos sentados en los primeros escalones.

-Enserio gracias por el regalo, me gustó bastante que apenas podía pensar en dormir.- dijo y lo que causó que Diego riera, el nunca había pasado por aquello ya que no era fan de estar leyendo pero había leído aquel libro para luego hablarlo con Annie.

-Me agrada que te guste.- dijo Diego y fue interrumpido por el carraspeo de garanta proveniente de Cinco.

-Papá acaba de llegar, es hora.- dijo Cinco. En aquel entrenamiento número Cinco estaba molesto con número Dos por haber estado junto a Ocho y lograr que se riera, eran celos pero Cinco lo ignoraba completamente.

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Al cabo de una semana después, Cinco lo había logrado y el creía que tenía el mejor regalo para Annie.

Era un día común aunque aquel día su padre tuvo que salir por trabajo, los niños quedaron a cargo de Grace y Pogo. Pará los niños fue un día normal aunque para nada estricto.

Cuando acabó el entrenamiento después del mediodía. Cinco llevó a Annie a la terraza, más bien su lugar especial en ella que era detrás de algunos arbustos. Ambos niños había logrado dejar un techo firme por cualquier cosa, era su lugar especial y era solo de ellos.

Ya ahí ambos hablaron de cosas comunes que hablaban entre ellos cuando Annie comenzó a sentir a su amigo más nervioso desde que habían llegado.

-Cinco ¿Qué sucede? - pregunto Annie tomaba la mano de Cinco que temblaba levemente.

-Nada, solo quería darte algo. Pensé que sería algo lindo y para que nunca me olvides... - dijo Cinco fue interrumpido por Annie.

-Yo nunca me olvidaría de ti. - dijo Annie y ambos sonrieron. Cinco sacó de su bolsillo una pequeña caja de terciopelo color azul, la castaña tomó la caja con cuidado y la abrió lentamente y apenas sus ojos vieron aquel corazón de oro y salía C+O. Annie sabía que ni eran normales y en vez de nombres tenían números y el C significa Cinco y la O Ocho por ella.

-Cinco, esto es hermoso ¿Cuánto te costó? - le pregunto sorprendida Annie mientras su dedo índice acariciaba el corazón.

-Aquello no importa, es una muestra de nuestra amistad. - le dijo Cinco mientras ponía sus manos juntos a la de la chica que sostenía todavía aquella cajita.- ¿Puedo?

-Claro que sí.- contestó Annie mientras tomaba su cabello castaño, lo juntaba y le facilitaba para que Cinco le pusiera el collar y así fue.- Te prometo que nunca me lo sacaré.

-Y yo te prometo siempre estar para ti.- dijo Cinco y ambos sonrieron mientras se abrazaban y observaban la ciudad desde la azotea de la mansión en donde vivían.

𝐆𝐋𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 & 𝐆𝐎𝐋𝐃 | 𝐧. 𝐅𝐢𝐯𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora