Serpiente Negra

Dementores en el Tren.

Habían pasado muchas cosas interesantes durante ese verano, pero en la opinión de Serpent, era uno de los mejores que había tenido.

No solo lo pudo pasar con su amada y caótica familia, si no que también ganó un nuevo miembro de la familia, su padrino, Sirius Black, el vampiro prófugo de Azkaban que estaba acusado falsamente de ayudar en el asesinato de sus padres biológicos.

Y también había pasado mucho tiempo en el estudio de arte de su madre, a pesar de lo que la mayoría de las personas podrían creer a Serpent le gustaba mucho la pintura, y era bastante bueno en eso.

Había empezado cuando era muy pequeño, haciendo los típicos dibujos con los dedos, madre aún estaba orgullosa de su patito con cuchillo, uno de sus primeros dibujos y que hasta estas fechas estaba pegado en el refrigerador.

Su mejor obra de esas vacaciones era una pintura de su hermoso dragón en el invernadero rodeado de plantas y sus mascotas, se veía realmente hermoso y peligroso, justo como se debe.

En ese momento se encontraba sentado en un vagón del tren a Hogwarts, habían llegado temprano para que nadie los viera subir al vagón de los fundadores, que se encontraba enganchado al frente del tren, delante de los vagones para profesores y prefectos.

Se dirigían a la entrada del vagón cuando una persona llegó a donde se encontraban, era Remus, pero parecía diferente a como Serpent lo conocía, tenia ropa andrajosa y se veía muy cansado, sin embargo tenia una gran sonrisa y Canuto, la forma animaga de Sirius, estaba junto a el.

Cuando se acerco los niños simplemente empezaron a caminar con rumbo al vagón de heredero, pero se separaron antes de llegar, ya que había algo que les llamo la atención y los molesto sinceramente.

Al rededor del vagón que iban a abordar había una gran multitud de mujeres, donceles y hombres, todos aglomerados al rededor del vagón de herederos, debe ser por qué es la primera vez que deciden viajar en este vagón desde que iniciaron a asistir a Hogwarts.

Sin prestarles atención subieron al tren por la puerta de un vagón del centro del tren y entraron por la puerta que comunicaba el vagón de heredero a con el resto del tren, el vagón era mucho mas grande que los vagones de tren normales, ampliado con magia y decorado de una manera más elegante.

Después de entrar se acomodaron en sus lugares, cada quien donde le pareció más cómodo, por lo que Serpent termino sentado en el sillón junto a la ventana con Draco sobre las piernas y sus amigos y hermanos en los otros sillones.

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Habían partido poco después de que se subieran al vagón y después de unas pocas horas paso algo que nunca en la historia del Expreso de Hogwards había ocurrido a menos que fuera una emergencia, se detuvo.

Remus fue quien se puso de pie y les dijo que se quedarán dentro del vagón, como era un profesor era su responsabilidad verificar que nada hubiera pasado en el tren, sin embargo decidió dejar a Sirius o Canuto en el vagón con los niños, no seria bueno dejarlos solos cuando es probable que pasara algo malo en el tren.

Después de que Remus se marcho del vagón el resto de los pasajeros continuaron tranquilamente con lo que estaban haciendo hasta que sintieron que una presencia muy oscura se acercaba al vagón y los niños Addams supieron rápidamente que era lo que estaba causando todo el caos en el tren, Dementores.

Dementores, criaturas oscuras que se alimentan de almas y recuerdos positivos, seres que vigilaban las celdas de Azkaban, seres que el tío abuelo Morfin Addams criaba en su mansión en Rumania y con los que los niños Addams jugaban cuando visitaban la mansión, seria interesante saber que personas serian las que perseguirían los Dementores en ese tren.

En fin, los niños Addams y sus amigos no tuvieron ningún problema y no 30 minutos de que es parara el Tren se pusieron nuevamente en marcha a la escuela, pero Serpent estaba seguro de algo, los Fundadores sabrían sobre esto.