Un Extraño Crepúsculo.

Capitulo 17.

-Él volverá- dijo Alice.

-Lo sé- aceptó la platinada.

Alice, Jasper, Park, Jimin y Fer estaban en la casa Cullen reunidos en la sala. Los primeros cuatro mirando con preocupación a la platinada.

-Sé que volverá, pero no ahora- agregó- Ahora debe estar en el hospital, con ella- dice con amargura- Es cuando ella empezará a sospechar- añadió pensativa.

-Él te ama, Fer- le aseguró Park.

-También lo sé. No estoy molesta con él- dijo cruzandose de brazos- Yo tampoco la habría dejado morir- admitió.

Nadie dijo o comento nada antes eso. Por lo que la platinada al no tener nada mas que decir, se dirigió al cuarto que comparte con su novio.

Entró echando chispas, estaba molesta consigo misma y con esa tipa, pues ahora maldecia mas que nada el hecho de que ella sea un imán para los problemas.

Se habia propuesto a si misma olvidarla e ignorarla, claramente no logró y ahora mas que nunca pensaba en la posibilidad que Edward cuando menos lo espere y la abandone para irse con ella. Imaginaba ese momento de una y mil maneras y las consecuencias que traería.

No sabía que iba a hacer cuando ese momento llegara. Soltando un suspiro pesado e innecesario camino al gran ventanal frente a su cama cruzandose de brazos, pensando una mil maneras de no salir lastimada.

Cerró los ojos brevemente al sentir su presencia detras de ella, podia sentir sus nervios y miedo como si fueran propios, así como también no sentía ninguna intención de parte de él de querer hablar

-¿Esta bien?- pregunta ella de manera fría y cortante

Lo escuchó suspirar.

-Si, no salio muy herida- responde él con cierto dolor.

-Me alegro- dice indiferente.

-Hablé con ella...

-Lo sé, sabe que no estabas cerca de ella y tu le dijiste que sí, que estabas a su lado- dice Fer con amargura.

-Yo...

-No me importa, Edward. Ahora la tendras tras de ti, buscando una explicación- espeta molesta.

-Lo siento..

Fer suelta un siseo seguido de una risa amarga.

-Por favor, no me trates así- dice Edward dolido.

La platinada no respondió, sentia cierta culpa por tratarlo así, él no era responsable de nada, pero ella era muy posesiva y le causaba celos lo que él había hecho. Mas por el hecho que ella debió ser su pareja eterna.

-Fer, por favor- le pide Edward acercandose, queriendo tomarla de la cintura.

Pero...

Sin saber porque, ella se alejó. Un jadeo doloroso, salió de los labios de Edward, cerró los ojos dolido, le dolia mucho que ella no dejara tocarla.

-Por favor- suplicó él- No podía dejarla morir, yo...

-Lo sé- lo interrumpió- Se que no hubieras dejado que eso pasara, eso es exactamente como lo dice el libro- Edward cerró fuerte los ojos- Yo tampoco la hubiera dejado morir- apunta ella con cierta amargura.

-Lo sé, se que no, fue solo un impulso, yo lo...

-¡No! No pidas disculpas- le dice como orden- No tienes porqué

-Pero estas enojada conmigo- recalcó mirandola.

-No, no lo estoy- admite ella- Estoy molesta conmigo misma- aclara desviando la mirada.