Capítulo 12

478 35 12
                                    

La celebración siguió con normalidad, José Manuel buscaba a cada rato con la mirada a Isabel. Ardió de celos cuando la vio conversar y hasta reír con otro hombre, un conocido suyo, Luis Enrique. Intentó ir a separarlos pero al parecer Begoña percibió eso y lo retuvo de mil maneras a su lado.
El resto de la velada estuvo serio, a leguas se notaba que sus sonrisas eran fingidas.
Los chicos fueron los primero en subir, luego, la gente empezó a retirarse, cuando estaba despidiendo a unos invitados, vio de reojo a Isabel huir hacia su habitación, no dijo nada y siguió en lo suyo.

Mientras tanto, Isabel al entrar a su recámara lo primero que hizo fue quitarse las zapatillas que la atormentaban casi tanto como lo ocurrido en el despacho de José Manuel, seguido de eso busco su celular, enviándole un mensaje a Edgardo, diciéndole que la llamara a primera hora del día.
Necesitaba una ducha así que se desnudó y se fue al baño, dejó que se templara un poco el agua y se metió bajo esta. Cuando salió se puso una bata y se sujeto el cabello con una toalla, salió del baño y se sentó frente al espejo del tocador, buscó lo necesario y comenzó a desmaquillarse bien ya que con el agua no le fue suficiente.
Mientras estaba allí sentada un papel resbaló por debajo de la puerta, lo cual llamó su atención y le dio curiosidad, vio la sombra de quien lo aventó irse y casualmente hacia la habitación continua, era más que claro de parte de quien era.
Al leer lo que decía el papel no supo si sentirse ofendida o halagada, aunque si logró sacarle una sonrisa.

"Estoy ansioso por culminar lo que empezamos en el despacho, pero mientras me conformo por escucharte al otro lado de la pared cómo anoche"

No iba firmada y ni falta hacía. Se sintió poderosa y sensual. Era una locura, José Manuel era ahora un hombre comprometido y la había abandonado, el abandono lo podía dejar de lado para disfrutar de él pero... ¿Qué estaba diciendo? No podía olvidar lo que hizo, no así de fácil, a pesar de ser tan débil a sus besos y sus caricias.
Cerró los ojos recordando y aún sintiendo su tacto sobre su piel, se estremeció cuando por su mente pasó como había acariciado su feminidad, la tentación de tocarse la invadió sin embargo se regaño a sí misma recordando que justo era eso lo que el quería y no estaba dispuesta a satisfacer sus gustos.
Dejó el papel en su bolsa y continuó con su labor de desmaquillarse, cuando estaba terminando llamaron a su puerta.
Sus sentidos se alarmaron, guardo silencio y espero a que se fueran, sea quien sea hasta que volvieron a llamar y una voz le siguió.

Joss: mamá, estás ahí, lo sé. Abreme.

Isabel: obviamente su hijo era la única excepción así que se levantó y fue a abrir hola mi amor.

Joss: ¿podemos hablar?

Isabel: ¿pasa algo cariño? Dejándole pasar

Joss: pasa y espera a que cierre nada malo mamá, es solo que quería agradecerte la abraza

Isabel: se sorprende por sus palabras mientras corresponde al abrazo ¿agradecer porque hijo?

Joss: por haber aceptado quedarte, yo sé que para ti es incómodo porque José Manuel te gusta y el ahora está comprometido...

Isabel: espera un momento José Manuel Lascurain lo mira seriamente ¿que acabas de decir?

Joss: ¿de que? Poniéndose nervioso, siempre metía la pata.

Isabel: ¿de donde has sacado que me gusta el padre de Elisa?

Joss: de de... ¿No te gusta? Se rasca la nuca evidenciando sus nervios

Isabel: bueno eso es algo de mi vida personal que no debe ser de tu incumbencia jovencito sonriendo de verlo nervioso, relajandose

Joss: sonríe un poco y suspira lo sé, siento ser entrometido... ¿Pero te gusta o no?

DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora