Destino

Capítulo 17

El desayuno fue silencioso y el ambiente era denso, tanto que casi se podía cortar con un cuchillo. Los chicos miraban a sus padres intercaladamente y luego se miraban entre ellos, preguntándose con la simple mirada que hacer, hasta que Joss rompe el silencio, sorpresivamente.

Joss: y... Tocayo ¿cómo te fue en la ciudad?

José Manuel: estaba distraído pensando en otras cosas que ni siquiera de dio cuenta que iba aquella pregunta dirigida a él.

Lisa: papá, te está hablando Joss... ¡Papá!

Isabel: niega un poco mirándolo de reojo

José Manuel: ¿Eh? ¿Cómo? Disculpen estaba en otra cosa.

Lisa: ya nos dimos cuenta... Te preguntó Joss que como te fue en la ciudad.

José Manuel: mira a su hija mientras ella hablaba pero cuando entiende que fue Joss quien le preguntó, lo mira a él disculpa hijo... Bien, me fue muy bien, la producción de un nuevo producto está comenzando y eso me hace muy feliz.

Joss: que padre... ¿Está muy lejos la fábrica? Me gustaría conocerla.

José Manuel: ¿de verdad?

Joss: si ¿porque no?

José Manuel: es que bueno, Lisa no tiene mucha curiosidad por ella.

Lisa: sino me quieren dar muestras ¿para que ir? Ríe

Joss: sonríe negando me gustaría mucho saber cada método de elaboración.

José Manuel: ¿Acaso planeas robarme la receta? Lo mira con los ojos entrecerrados pero divertido.

Joss: ah no no, de eso nada. Un tanto asustado

José Manuel: ríe tranquilo, era broma... Cuando gusten pueden ir, solo díganme y yo mismo los llevaré. Eso incluye a tu madre.

Joss: genial sonriendo alegre

Isabel: gracias murmura

José Manuel: le sonríe a Joss, ve a Isabel de reojo y luego mira a los muchachos intercaladamente ¿y que planean hacer hoy muchachos?

Lisa: no sé pa, no hay mucho que hacer por aquí.

José Manuel: ¿y no se le antoja ir a la ciudad?

Lisa: ¿hablas en serio? Emocionada

José Manuel: muy en serio hija. Eso si, con la compañía de un adulto.

Lisa: ah, ya decía yo que no podía ser todo tan bonito volteando los ojos pues no sé... Isa ¿quieres ir?

Isabel: ¿yo? Pues...

Joss: anda ma, di que si. Junta las manos, suplicando en silencio.

Isabel: bueno, iré con ustedes.

José Manuel: la miraba y al escucharla, sonríe.

Isabel: siente su mirada, lo mira de reojo y hace una muy ligera sonrisa que el alcanza a ver.

Terminaron de desayunar y cada uno de dispuso a hacer algo diferente. Isabel llamó a sus padres, José Manuel se enfocó en el trabajo y los chicos se fueron a pasear a la ciudad.

Cuando Isabel terminó sus llamadas decidió caminar un poco por el jardín trasero, camino bastante hasta que llegó a los establos, sonrió viendo todos los caballos, estaba acariciando a uno cuando sintió una mirada sobre ella. Enseguida miró a su alrededor, allí lo vio a él, su corazón se aceleró y en su entrepierna también pasó algo, aún más al verlo acercarse.