Capítulo 28

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Una vez en casa de Carlos y con las habitaciones designadas, cada uno se dispuso a descansar, había sido un día agotador.
Isabel miraba por la ventana hacia la gran ciudad con las calles repletas de gente debido a las fiestas que se estaban llevando a cabo. Su cabeza no dejaba de dar vueltas, pensaba y pensaba si lo que hizo había sido lo mejor, ella estaba destrozada, podía imaginar que José Manuel estaba igual o peor, lo único que la consolaba es que Mayte estaba ahí para él, incondicionalmente.

Suspiró y en ese momento llamaron a la puerta.

Isabel: voy se giró y fue a abrir, encontrándose con Carlos hola.

Carlos: hola, disculpa que te moleste, solo te traigo una toalla por si la necesitas.

Isabel: ah si tomando las cosas muchas gracias. Pensaba darme un baño y después acostarme.

Carlos: ¿te gustaría salir a pasear un poco? Tengo la sensación de que necesitas despejarte.

Isabel: la verdad es que no tengo nada de ánimos Carlos.

Carlos: está bien, no voy a insistir, pero si pediré una rica cena.

Isabel: eso sí suena muy bien sonríe un poco

Carlos: entonces así le haremos.

Isabel: gracias.

Carlos: no hay de que preciosa.
Isa se queda callada y él no quiere le acaricia la mejilla y en ese momento suena su celular, lo saca y se fija disculpame, debo responder.

Isabel: adelante. Lo ve marcharse y cierra la puerta de la habitación, ve la toalla y se dirige al baño privado.

En la hacienda, Mayte suplicaba a José Manuel que se calmara.

Mayte: José no puedes ir a buscarla, dejala que piense bien las cosas.

José Manuel: es que no Mayte, no. Ya una vez la perdí por mis estupideces, no quiero volver a pasar por lo mismo. La primera vez tenía a Lisa pero ahora ella también se fue.

Mayte: ellos quisieron irse, ella nos los obligó.

José Manuel: yo sé que no Mayte, conozco a Isabel.

Mayte: tenle paciencia José, sola se dará cuenta que su amor es único, que están destinados a estar juntos.

José Manuel: ¿y si no se da cuenta Mayte? ¿Cuánto debo esperar? ¿Y si cuando haga algo ya sea demasiado tarde?

Mayte lo miró y supo que no tenía manera de conseguir que no saliera de la casa ahora mismo. Como el silencio los embargó él lo interpretó como un "vete" y eso hizo, partió a toda prisa hacia la ciudad, en específico al aeropuerto.

Isabel por su parte se bañó y una vez vestida salió de la habitación yendo a la de sus hijos, que quisieron dormir juntos. Esperó a que le permitieran la entrada después de tocar e identificarse.

Joss: ¿qué pasa mami?

Isabel: nada malo cariño acostandose a su lado ¿y Lisa?

Joss: se está bañando. Enseguida buscando su abrazo ¿porque mamá?

Isabel: toma aire, sabía que tarde o temprano recibiría esa pregunta por parte de alguno de sus hijos. No puedo Joss, no puedo luchar contra una criatura.

Joss: pero es que no tienes que luchar ma. Papá te ama a ti, somos su familia.

Isabel: y ese bebé también mi amor.

Joss: lo sé y tengo claro que va a darle todo lo que necesite, incluido amor.

Isabel: no tengo duda, pero Begoña...

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