《1O.

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Lucas había despertado gracias a que se había caído del sofá en el que estaba dormido.

Se dispuso a bostezar y reaccionó con miedo tentando su pecho, pues recordó que se había quedado dormido con el bebé sobre su pecho.

Sin embargo; al no sentirlo se levantó con rapidez, miró a todos lados y solamente bastó para darse la vuelta para ver a Kun, el dueño de su repentina vergüenza y timidez, acostado y durmiendo con tranquilidad. A su lado, el pequeño cunero dónde reposaba Xyān, durmiendo serenamente, roncando suavemente en algunas ocasiones.

A Lucas le regreso el alma al cuerpo, así que solamente se dispuso a observar por unos segundos a Kun, notando lo lindo que se veía durmiendo con serenidad, sus delicadas pestañas reposaban sobre sus rosadas mejillas y débiles ojeras, —cosa que Lucas lamento por haberle robado horas de sueño, sobre todo porque Kun había optado por no dejar a Lucas y a Xyān solos, planeaba disculparse con Kun más tarde—, sus labios se torcían en un débil puchero y su pecho subía y bajaba con lentitud mientras su mano derecha estaba sosteniendo una delgada manta y la otra colgaba del borde del sofá.

Lucas se lamentó una vez más y se movió a la cocina, dispuesto a preparar la fórmula de Xyān y cocinar hot cakes para Kun y para él acompañado de una taza de café.

—Buenos días. —escuchó una ronca voz y de inmediato, dejó lo que estaba haciendo para voltear y ver a Kun estirándose sentado sobre el sofá.

—Buenos días Kun, lamento muchísimo que te hayas quedado aquí, debiste dormir en mi habitación, lo siento mucho, tenía mucho sueño y yo—

Fue interrumpido por la risa de Kun, después lo vió negar con la cabeza y levantarse del sofá hasta caminar a la barra de la cocina.

—¿Es una costumbre tuya?

Preguntó sentándose sobre una de las bancas y tomar uno de los juguetes de Xyān.

—¿Qué cosa?

—Disculparte todo el tiempo.

—No lo sé, ¿supongo?

Respondió con timidez mientras le entregaba el plato con la comida ya preparada y le arrimaba la taza color amarillo dónde reposaba el cálido café.

—Deberías dejar de hacerlo, Lu. Sobre todo cuando fue mi decisión y la seguirá siendo hasta que Xyān tenga 18 años. —sugirió Kun mientras posaba sus labios en la taza y daba un sorbo al café.— Porque él y yo hablamos de que seré su padrino y cuidador hasta la mayoría de edad. Bueno, eso me dió a entender mientras presionaba mi dedo índice. De cualquier forma, deberías dejar de disculparte por cualquier cosa. Las disculpas son para personas valientes o muy poco seguras de sí mismas, tú no eres ni debes ser así Lu.

Lucas abrió los ojos con sorpresa y sintió sus mejillas arder; no sabía si era acusado por la calidez del café o por las palabras de Kun. Estaba avergonzado pero a la vez agradecido, quizá el no dormir le estaba afectando.

—Uhm, entiendo, uh, gracias y yo lo sien... la sien, me duele la sien.

Balbuceo mientras se acariciaba aquella parte del cuerpo y volvía a comer aquellos hot cakes. Escucho a Kun reír y ladear la cabeza mientras fijaba su mirada en él.

—Eres lindo, Wong Yukhei.

Lucas suspiró con profundidad y nuevamente sintió sus mejillas arder, probablemente él mismo se había detectado timidez extrema a Qian Kun con síntomas de petequias y taquicardia ante su palabrería poco adecuada.

Agradeció enormemente a Xyān, que decidió despertarse y comenzar a llorar. Ambos chicos se levantaron y dirigieron su mirada con rapidez al bebé, pero Lucas rápidamente llegó hasta él y le tomó en brazos, más el fétido olor del pañal sucio del pequeño le hizo arrugar la nariz y correr hasta su habitación para comenzar a cambiarlo.

Kun, al ver que Lucas tenía todo controlado, se dedicó a terminar su desayuno, lavar sus platos una vez terminados, dirigirse al baño compartido y hacer sus necesidades, lavar su rostro y arreglar su cabello.

Volvió a la sala, mientras recogía los juguetes tirados de Xyān, sus biberones ocupados y doblaba las mantas, Lucas regresó con el bebé limpió, lo sentó sobre el reclinador y se dedicó a preparar el biberón del pequeño.

Kun miró a Xy y no dudó en comenzar a hablarle jocosamente mientras le hacía caras graciosas para intentar hacerlo reír entre encías.

Hasta que una llamada de Sicheng le saltó.

—¿Hola?

—Hey Kun, ¿adivina quién ha venido desde Corea para verte?

No lo sé, si es Taeyeon dile que me mudé a Canadá y se olvidé de la licuadora que me prestó.

—No tonto, ¡es Jaehyun!

—Ah, qué cool. Me lo saludas.

—¿Qué? Vino a visitarte como sorpresa pero no estabas en tu departamento, ¿dónde estás? ¿fuiste a una fiesta? Dijiste que después de cuidar al bebé de Lucas estarías estudiando y terminando de desempacar.

—Sí, pero surgió algo y estoy con Xyān y Lucas.

Al escuchar sus nombres, Lucas alzó la mirada mientras veía a Kun rodar los ojos y seguir tratando de jugar con Xy, quién solamente lo miraba fijamente.

Lucas decidió parar una oreja y escuchar aquella llamada, no era chismoso, no no, solamente quería estar informado si tenía alguna cabida en esa narrativa.

—No digas que pasó algo que no.

—No digas tonterías Sicheng, claro que no. Solamente me quedé dormido mientras cuidaba de Xy.

—Oh, entiendo. Entonces vuelve pronto, Jaehyun tiene muchas ganas de volverte a ver.

—Entiendo, volveré pronto.

Y colgó, le dió al infante el juguete que sostenía en sus manos y se dirigió al sofá por su chaqueta y llaves.

—¿Te vas?

La ronca voz de Lucas resonó por todo el lugar, Kun le miró y torció los labios asintiendo.

—Sí, Sicheng llamó diciendo que un amigo de Corea vino de visita.

—Genial, muchas gracias por todo, en serio Kun.

—No agradezcas, siempre lo haré encantado. Los veré mañana.

Kun abrazó cortamente a Lucas y dejó un beso en la frente del pequeño Xyān antes de salir de aquel cálido departamento, tomar su teléfono y hacer lo que más odiaba pero al mismo tiempo era necesario para sí mismo.


Llamando a Jae.♡

single dad;「lukun。」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora