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Cuando la puerta del departamento sonó, Kun dejó a Xyān en su corral mientras señalaba a Sicheng para mantenerlo en silencio y camino con miedo al visor de la puerta, suspiro con alivio cuando vió el preocupado rostro de Hendery, quién venía con Ten de compañía y Dejun, quién traía una máscara y lentes de sol.

—Lamentamos la tardanza, el estúpido de Dejun nos retrasó.  —comentó Hendery mientras quitaba su chaqueta y se acercaba para saludar a Sicheng y al bebé.

—¡Solamente quería un café! —se defendió el chico señalando su bebida.

—Pues sí, pero si sabes que eres una celebridad mínimo tapate, nos quedamos encerrados casi media hora por tus fans, caen mal.

Kun encontró graciosa la situación, se habría reído a carcajadas de no ser que sus nervios le provocaban dolor de estómago y estaba más preocupado porqué no sabía como estaba Yukhei, quería estar con él y saber cómo se sentía, aunque seguramente se encontraba peor que él.

Pasaron unos diez minutos más de peleas sobre las fans del actor en ascenso que es Dejun y finalmente, el código del departamento sonó, dejando así ver al alto chico que entró como rayo par abrazar al infante, quien solamente rió y jugueteo con el peluche de la chaqueta del chico.

—Te amo Xyān, tú eres mi hijo, eres mi adoración y no voy a permitir que te alejen de mí, ¿de acuerdo? Hoy, ahora te estoy prometiendo eso... Te amo, pequeña bolita de algodón.

Todos los chicos se miraron confundidos y es que Kun no les había mencionado lo sucedido, simplemente los citó con urgencia.

—¿Cómo que quitártelo? —el rostro serio de Hendery le miró, por otro lado Ten comenzó a morderse las uñas y Dejun alistó su teléfono en caso de llamar a la policía.

Lucas se aguantó las ganas de llorar y mientras abrazaba con protección al niño, se dispuso a contar lo sucedido con Jackson y Shuhua.

Hendery estaba por explotar, comenzó a gritar maldiciones y estaba siendo detenido por su novio Ten y su amigo Dejun mientras que Kun se paraba frente a la puerta, pues Hendery tenía el plan de ir a cada hotel o a la antigua casa de aquella pareja para arreglar los problemas por su propia mano.

—¡Sueltenme! Ese estúpido deseará no haber querido nacer y esa imbécil conocerá el reclusorio femenil. —exclamó mientras trataba de zafar los delgados brazos de su pareja que rodeaban su torso.

—Hendery, te llamé porque quería que me dijeras qué podría hacer, llamé a un futuro abogado, ¡no a un boxeador!

Lucas estaba cansado y desesperado, quería una respuesta y qué medidas podría tomar en caso de que sus ex mejores amigos hicieran algo para quitarle a Xyān. ¿Quería llorar? Claramente.

Pero por el momento no se podía dar el lujo de hacerlo, necesitaba buscar una solución.

Se hundía en sus pensamientos mientras veía al infante jugar en su corral lleno de juguetes y dirigir su atención por unos momentos a los chicos que gritaban y se empujaban unos a otros.

Hasta que el pequeño, le miró con atención y sonriendo entre encías dirigió sus brazos buscando que le alzará a la par que soltabs ciergos balbuceos.

Balbuceos que tenían sentido y hacían su corazón latir con fuerza y sorpresa.

—Pa...papa... Papa pápapá... Papá!

—¿Dijiste papá?

Lucas inmediatamente se arrodilló a la altura del pequeño que gateaba a la orilla de aquél corral y continuaba repitiendo, entre balbuceos, la palabra papá.

—¡Cállense! ¡Xyān acaba de decir su primera palabra!

Exclamando aquello, los chicos que anteriormente peleaban ahora se encontraban en silencio ahora ponían toda su atención al pequeño. Ten y Dejun no tardaron mucho en sacar sus teléfonos celulares y grabar aquello.

—A ver Xy... Di papá, di papá cariñito... —pidió el joven padre mientras cargaba al pequeño que le miraba con una sonrisa de encías.

—Papa, papáa... Paaapá, páapa... ¡Papá!

Y todo el departamento explotó en gritos de festejo por la primera palabra de Xyān.

Gritos que asustaron al bebé que le provocaron un llanto.

Pero, al menos ese momento había salvado la amarga situación por la que estaban pasando reemplazando aquél sentimiento con felicidad y emoción por las primeras palabras del pequeño.

Kun, quién se había mantenido sonriente y tranquilo —al menos exterior porque en el interior quería gritar de emoción— se acercó a su chico e hijo para besar las abultadas mejillas de ambos.

—¿Puedes decir Kun ahora Xy? —preguntó al pequeño humano mientras lo tomaba en sus brazos.

—No seas tonto, Kunnie. "Papá" también es para ti, eres su segundo papá, ¿recuerdas? —aseguró Yukhei sonriéndole con suavidad pero con tanta dulzura y calidez, que sus mejillas se sonrosaron, volviéndose rojas cuando los carnosos labios de su contrario besaron los suyos castamente.

Escucharon a los chicos burlarse de ambos y quitarle a Xyān de los brazos alegando que le enseñarían cosas indebidas a tan corta edad. Pero a Kun no le importaba eso por ahora, mientras veía a Lucas pelear defendiendo su amor no etiquetado y abrazar a Xyān, quién reía al tirar de los pelos grises de Dejun, él pensaba que eran su verdadera familia, quería protegerlos, a su amado y a su ahora hijo.

No planeaba perder a ninguno y mucho menos dejar que los separaran.




—Bueno... No creo que sean tan estúpidos como para denunciarte ante un juzgado... Probablemente, sí sean tan estúpidos como para visitarte y exigirte el ver al niño, puedes decidir si los recibes o no y si les das ese beneficio. Pero, si deciden "arreglar" quién se va a quedar con el niño, es dónde tú vas a sacar la carta de advertencia: "este niño es mi hijo, ante la ley y por mínima humanidad, es mío, no tienen derecho a exigir su custodia tras el abandono, si intentan algo, los denunciaré" porque más de tres cargos ya tienen.

—¿Pero no Xyān únicamente lo tiene como tutor y no como padre? —la pregunta de Dejun hizo que Sicheng y Hendery le vieran con obviedad y molestia.

—Sí tonto, pero eso no es algo que ellos deban saber... Además, al cumplir el año y por ley, Xyān ya puede ser registrado como hijo adoptivo de Lucas, así que no cambiaría nada. ¿Me entienden?

Todos los chicos asintieron y el joven padre suspiro, sobando la pequeña espalda de su hijo, quién dormía dormía tranquilamente en su pecho.

El resto de la noche, los muchachos se ofrecieron para cuidar al pequeño los momentos libres, con el fin de no pasar todo el día en el departamento y evitar que esas inhumanas personas, que en su momento llamaron amigos, tuvieran cercanía con el pequeño.

single dad;「lukun。」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora