Hearbeats ~YM~

14

Jimin.

Después de haber corrido como unas 5 cuadras me dirigí a un parque infantil que vi en mi huida, me apresuré a ir donde estaban los juegos para niños, me escondí en los toboganes para poder recuperar el aliento de tanto correr.

Había estado por lo menos unos 30 minutos escondido ahí, tenía que avisar a Yoongi que ya nos estaba en el hotel.

Regrese al hotel de nuevo con mucho cuidado, tal vez la camarera que me ayudó al inicio pueda hacerlo otra vez.

Cuando llegué había todo un alboroto en la puerta, decidí no tomarle mucha importancia hasta que sentí ese aroma.

—Yoongi hyung— murmuré lo suficiente alto acercándome a el alfa pálido.

—¡Jimin!— se acercó corriendo— Estas bien, realmente— me besó.

Desperté exaltado del sueño, me había quedado dormido de tanto cansancio.

Mi lobo me recriminó por haberme olvidado de mi pequeña, por suerte estaba acurrucada sobre mi pecho, muy dormidita, a veces pensaba que ella entendía la gravedad de la situación y por eso en todo el tiempo de persecución se quedó quietita y solo se removía para pedirme de comer y cambiarla.

Empecé a levantarme suavemente, mis músculos se relajaron dolorosamente por la posición en la que dormí.

Jimin estaba cansado de tanto huir, su cuerpo ya no le respondía de la misma manera, él lo sabía estaba llegando al colapso, pero debía seguir aguantando hasta poder logar poner a salvo a la pequeña.

Después de salir del tobogán se dirigió a una cafetería cercana, por suerte y en una de las poleras de Yoongi había algo de dinero extra, entró al local y ordenó café y un sándwich, la mesera le recomendó el menú para bebés que tenía el local.

Cuando su orden estuvo en su mesa empezó a comer tranquilamente mientras turnaba la comida de Ailee que constaba en papilla y leche, no era la gran cosa o algo que él le prepararía para merendar a su pequeña, pero era mejor a que no comiera.

Habían pasado ya dos días desde que escapó y cada hora era más desesperante, estar pendiente a cada movimiento, tener que huir a cualquier lugar, era algo para lo que no estaba preparado.

Por otra parte Yoongi a estado buscando a Jimin y su hija, cuando llegó a la dirección que le dio una camarera le dijo que huyó porque dos alfas lo estaban persiguiendo, estaba muy molesto ¿es que acaso no podría cumplir con su promesa? ¿tan difícil era proteger a los que ama? se la pasó dando vueltas por la manzana buscando rastro de ellos, pero no encontraba nada.

Fue a una cafetería cercana, llamaría a sus amigos en Seúl y a Joy para informales los por menores.

Jimin estaba saliendo del lugar con mucha cautela, los demás lo veían interrogativamente y no era para menos, estaba con gafas negras, mascarilla, una boina negra y protegía recelosamente su pecho con un pequeño bulto y una pañalera que estaba cubierta por otro abrigo oscuro.

Abre la puerta y choca con alguien, al inicio no le da tanta importancia hasta que sintió su olor.

—Yoongi— susurró quedito— ¿Eres tú?— dirigió su mirada a la persona de al frente.

—Oh Jimin— Yoongi se abalanzo al rubio abrazándolo— por fin te encontré— pasó su nariz cerca al lobulo de Jimin logrando oler más profundo el aroma de Jimin.

—Yoongi— la voz de Jimin salió rota — no sabes cuanto espere que llegaras— el pelimenta se separo de su cuerpo y observó el rostro de su menor, admirando sus facciones y como una pequeña lágrima caía de sus orbes marrones.

—Jimin— Yoongi tomó el rostro del rubio entre sus manos, pasó sus pulgares por sus mejillas quitando rastro de las lagrimas que abandonaban sus ojos— No sabes cuanto me preocupé— Yoongi acercó su rostro peligrosamente al de Jimin, suspiro pesadamente cerca de los labios ajenos.

Jimin estaba atento a todo lo que ocurría, por instinto fue acortado la distancia entre el pelimenta y él, poco a poco, quedando a centímetros de los labios de su mayor.

Ambos se sintieron en casa, disfrutando uno del otro, el roce de sus bocas era magnifico, lento, con cariño y dulce, un beso dulce y añorado por ambos, la falta de aire los hizo separarse.

—Saben que los deltas son una escoria para la sociedad— ese comentario rompió su burbuja en ese momento. — ahora me darán a la niña— impuso.

—En tu puta existencia te voy a entregar a mi hija— respondió Yoongi hecho furia.

—Bien, entonces será a las malas— el Alfa que hablo se acerco a Yoongi tomándolo por el cuello de su camisa, le propinó un golpe en el estómago, eso dejó sin aire a Min, Jimin estaba estático mientras su mente procesaba lo que acababa de ocurrir.

Yoongi recuperó el aire y golpeó al contrario, este al instante respondió así empezando una pelea —VETE— gritó Min haciendo así reaccionar a Jimin, quien empezó a correr sin saber a donde llegar.

Otro Alfa salió en busca del rubio.

Yoongi seguía peleando, no le importaba si estaba en desventaja por su mala alimentación pero sabía que tenía que ganar tiempo para Jimin, si moría ahí estaría tranquilo, Ailee estaría a salvo con Jimin y él había besado a su menor, ya había logrado probar los belfos de su menor, se podía ir en paz.

Uno...dos...tres disparos lograron que Yoongi entre en pánico y se deje controlar por su lobo, quién al sentir que su pareja* e hija estaban en mayor peligro emergió para tomar control de su humano y de la situación.

Golpeo insistente en el mismo lugar, mordió todas las veces que pudo y cuando sintió que era suficiente dejó el cuerpo botado en el suelo, salió en busca de su hija y de Jimin, sus sentidos estaban cegados por la furia, no escuchaba nada más que una voz diciendo "proteger".

Yoongi no era consiente de lo que hacía o d lo que pasaba a su alrededor hasta que encontró en su camino dos cuerpos tendidos en la pista, en un charco de sangre, las personas empezaron a rodear la escena, otros llamando a una ambulancia y otros simplemente tomado fotos.

Yoongi se desmoronó al lado del cuerpo que estaba hecho un ovillo, sus manos temblaban y su visión era borrosa por las lagrimas que tenia, tomó la mano de Jimin y vió como su cuerpo se contraía más al centro y lo entendió.

—Ailee— susurró con la voz ronca y rota. Sacó cuidadosamente a su hija del pequeño espacio que había hecho Jimin entre su pecho y piernas, había sacrificado su bienestar por su hija.

Modificado 10/12/2020