NO ME DEJES IR © COMPLETA✅

Capítulo 38 | Andrew

‹‹Andrew››

Tres o cuatro horas han pasado ya. Bueno, en realidad ni siquiera sé con exactitud cuántas horas han pasado desde que llegamos al hospital. Solo sé que esto me está matando. Si no recibo pronto noticias de Rebecca me volveré loco.

Mis dedos se aferran con fuerza a mi pelo corto, mientras que lágrimas silenciosas se deslizan por mis mejillas.

—Te estas lastimando, Andrew —mi papá me toma de las manos deteniendo mi acción.

—E-Ella no… ella no puede, papá. No… —Sollozo. Alzando la mirada hacia él.

—Tranquilízate, hijo.

—¡¿Cómo?! —bramo en su dirección—, ¿Cómo mierda quieres que me tranquilice si Rebecca está muriéndose? —Al pronunciar la última palabra se me quiebra la voz. La preocupación en el semblante de mi papá es notable. No dice nada más y solo me abraza. Pasando un mano por mis hombros y la otra mano por mi pecho y me atrae hacia él—. Yo la amo muchísimo. No sé que haré sin ella si… —me imagino lo peor.

Pero siento una mano tocarme el hombro. Alzo la vista y veo a Jhulie, ella también con lágrimas en los ojos.

—Becca, es fuerte... Ha pasado por muchas cosas y, también saldrá de ésta... —dice ella.

—Ella va a estar bien —dice mi papá, tomándome de las mejillas. Obligándome a mirarlo—. Rebecca va a estar bien.

Hago una negativa de cabeza. Porque ni siquiera ellos saben si mi Rebecca saldrá bien. Porque sus palabras solo son un intento para tranquilizarme, y los tres sabemos que la situación es grave.

Pero igual trato de creer eso. Necesito creer en las palabras de ellos.

Oigo pasos apresurados. Giro el rostro y veo a los papás de Rebecca, también a Gabo. Caminar en nuestra dirección. La señora Luisa corre hacia a mí.

—¿Cómo está? ¿Ya saben algo de mi pequeña? —pregunta, con lágrimas en los ojos. Y mi respuesta es una negativa. Incapaz de pronunciar palabra alguna.

Ella se voltea y el señor Antonio la recibe entre sus brazos. Gabo se apoya a la pared más cercana.

Los tres con gestos tristes y preocupados. Con la incertidumbre de no saber lo que va a pasar.

¡¿Por qué?! ¿Por qué tuve que olvidar el maldito celular y dejarla sola?

¿Por que el maldito coche tenía que impactarse con ella?

¡¿Por qué?! ¡Carajo!...

Pasan como una hora más, cuando por fin el doctor aparece. Rápidamente nos levantamos y nos acercamos a él.

—¿Cómo está Rebecca?  —soy el primero en preguntar.

—Díganos cómo está —pide Luisa.

Por el gesto que hace el doctor, me doy cuenta de que lo que va a decir no es algo bueno.

—Tratamos de salvarla... Pero...  —se detiene. Cómo si no estuviese muy seguro de lo siguiente que va a decir. Y nos observa a todos.

—¿Pero? —le insto.

—La paciente entró en estado de coma.

‹‹Estado de coma››.

‹‹Estado de coma››.

‹‹Estado de coma››.

‹‹Estado de coma››.