Rebecca creía haber olvidado su pasado pero, cuando su ex vuelve con la misma intención de hacer miserable su vida. Es cuando prácticamente sale huyendo de su país.
Pero... ¿Qué pasará cuándo se encuentre con Andrew?
Con ese chico guapo de ojos caf...
—¿Qué haces aquí? —escucho la voz de Rebecca en una tonada seria y podría decir que hasta ¿molesta? Eso me hace fruncir el ceño. ¿A quién mierda le habla así?, Cuando ella es amable con todos y anda repartiendo sonrisas por todos lados.
Así que, me encamino hacia la puerta. Entonces, veo a la persona que menos me esperaba ver. ¿Ahora qué hace aquí?
—Yo… —dice y dirige la vista hacia mí, cuando se percata de mi presencia.
—¿Ahora qué es lo que quieres? —mi tono de voz es molesta.
—Andrew… —dice ella—. Yo vine a disculparme.
—¿A disculparte? —le pregunto, sarcástico, deteniéndome junto a Rebecca.
—Sí. Me enteré de lo que te hizo tu mamá y… —se detiene unos momentos.
—¿Y? —le insto. Pero ni siquiera quiero que continúe.
—Lo siento.
—¿Te estás disculpado por lo que me hizo mi mamá? —¿No entiendo de qué mierda está hablando?— explícate —le exijo.
—Ella me buscó… —dice, pero nuevamente se detiene. Siento a Rebecca tomarme de la mano para entrelazarlo con la suya. Y Meghan observa el gesto—. ¿Te acuerdas aquella vez que vine a visitarte y te dije que aún te amaba? —Sí, por supuesto. Pero no le confirmo—. Pues eso solo era un plan de ella. Para que ustedes se pelearán/distanciaran —¡¿Qué?!. ¿Escuché bien?—. Yo no quería pero mi estabilidad económica no estaba muy bien que digamos. Y me insistió tanto que terminé aceptado. Y no sabes cuán me arrepiento de eso. Sé que ustedes se aman. Y merecen ser felices...
—¿A qué viene todo esto?
—A que estoy arrepentida. Solo quería disculparme y espero que puedan perdonarme. Sobre todo tu Andrew, mi actitud no fue buena cuando… ya sabes… —me observa.
Rebecca se apega a mi cuerpo.
—Meghan solo… vete.
—Andrew… —alzo una mano en su dirección, diciéndole con el gesto que no quiero escucharla más.
Después de tres años viene a decirme esto. ¿Para qué? ¿Hasta ahora se arrepintió? ¿Hasta ahora se dio cuenta de lo que me hizo? Y la verdad no sé si creer en su arrepentimiento. Ella fue tan mierda conmigo al igual que mi mamá.
—Es mejor que te vayas —Rebecca le dice a Meghan—. Tu presencia no es grata en este momento.
—Entiendo —dice, con un asentimiento leve. Me observa una última vez, y se da la vuelta para largarse.
Sin darme cuenta me quedo observando en un punto fijo en la pared.
—Amor… —Rebecca me llama, tomándome de las mejillas y busca mi mirada.
—Solo quiero que está mierda terminé. Solo quiero ser feliz a tu lado —uno mi frente con la de ella.
—Así será.
**
—¿Estás seguro? —me pregunta Rebecca, cuando termino de abrocharme la camisa.
—Claro —le contesto. Ella también está lista. Y luce tan hermosa como siempre con ese jean y la blusa con estampados de estrellas. Y el ligero maquillaje puesto. Bella.
—No tenemos que ir si no quie…
—Vamos a ir.
—Pero And…
—Rebecca, quiero ir. Si no quieres ir tu, lo entiendo. Pero yo si iré.
—Iré contigo. Sabes que estoy contigo —dice, después de unos segundos.
—No te estoy forzando a nada.
—Yo sé. Pero no te quiero dejar solo. Sabes que te apoyo en todo. Solo no quiero que te afecte que…
—Créeme, Rebecca. Asistir al juicio de Diana va a ser el fin de todo lo malo. Cerrar ese ciclo. E iniciar una nueva vida sin ella —me acerco a ella en un par de pasos—. Solo quiero que seamos felices, amor.
Ella sonríe y me abraza.
—Te amo.
—Te amo.
—Yo más.
—Yo más.
Ambos reímos.
**
Las palabras del juez aun siguen siendo ecos en mi mente una y otra vez.
"Se le sentencia a 30 años de prisión a Diana…"
Siento el apretón de mano que me da Rebecca. Pero con cuidado me suelto de su agarre. Me levanto y me encamino a unas sillas en frente.
Me sitúo en frente de ella. Ella alza la vista. Con ojos llorosos. Y la observo por un momento. Ella también lo hace. Ambos no decimos nada.
—Pudiste ser feliz —le digo después de unos momentos—. Pudiste darme un poco de amor. Y yo pude darte mucho amor —me detengo unos segundos—. ¿Cómo querías que Enrique te amará?, si ni siquiera sabes lo que es amor. Ni siquiera te amas a ti misma —Una lágrima se le escapa. Se relame los labios y no pronuncia palabra alguna.
—Andrew ya vámonos —Rebecca, pide cuando se detiene junto a mí y me toma de la mano—. Por favor.
—Señora tenemos que llevarla, para que la trasladen a la prisión que tiene que ir —dice un señor con esposas en mano.
Las lágrimas se le comienzan a deslizar por sus mejillas. Entonces, sin más, me doy la vuelta. Sin voltear hacia atrás salimos de aquí.
Sin embargo mi papá se queda, nos pasa cerca y se dirige hacia donde se encuentra Diana.
