Chapter Nineteen.

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Otro grito se escuchó por parte del chico de la cresta. Suerte que los barrotes de la celda lo separaban, porque estaba más que cabreado.

—Horacio por dios cálmate.— hablo suave su mejor amigo. Horacio quien estaba agarrado a los barrotes, se separó y miro a su mejor amigo.

—¿Que me calme? Este hijo de puta a drogado a Babi joder. Ha abusado de ella coño, ¿no te enteras Gustabo?— su enfado estaba al cien, a paso rápido se fue de las celdas. Gustabo estaba claro que también estaba enfadado pero no quería demostrarlo y no sabía porque. Miro al gallego quien estaba llorando en una esquina.

—Segis...— dijo con suavidad. Este le miro con temor.— Pensé que eras nuestro amigo... Nunca llegue a pensar que hicieses algo así.

—Gustabo... E-entiendeme porfavor. No lo hice queriendo joder. Ayúdame tío...— se acerco a gatas mientras lloraba y de aferraba a los barrotes. El rubio se agachó y acarició su pelo.

—Lo siento Segis.— dijo para luego levantarse e irse del lugar junto con los gritos y lamentos del gallego.

¿Que le pasaba a aquel hombre, que no tenía sentimientos? ¿Que no se dejaba pisar por nadie? ¿Quien no le importaba nada ni nadie?

Estaba cambiando. Y realmente no le gustaba nada.
Salio rápido en busca de su mejor amigo, este estaba en el despacho de su superior dando vueltas.

—Cariño. Tranquilízate porfavor.— hablaba suavemente el ruso intentando calmar a Horacio. Gustabo entro y sin decir nada de sentó.

—Volkov. No me puedo calmar enserio. ¿Tu has visto lo que la ha hecho a Babi? Voy a meterle todas las multas que pueda porque si no...— Horacio de repente fue callado. El beso tierno de Volkov lo mantuvo en silencio por unos segundos.

Se separaron después de un largo tiempo. Horacio suspiró y miró a su amado, este tenía una media sonrisa. Abrazo fuertemente a su pareja. Eso lo mantenía en paz y tranquilidad.

—Que estoy aquí.— hablo serio Gustabo. Había estado todo el tiempo observando la bonita y romántica escena.

Jack Conway entro a su despacho hecho una furia. Miro a la pareja que estaban a centímetros uno del otro.

—Iros a un jodido motel.— habló frío poniendo cara de asco. Rápidamente se sentó en su sillón y se prendió un cigarrillo.

—Follacabras de mierda. ¿Quién jodidos se cree que es? Voy a mandarle a la puta trena hasta que se pudra ahí adentro.— hablo golpeando la mesa. Gustabo no se movió del sitio, solo le miro fijamente.

—Por el amor de dios Jack. ¡Controlate!— Hablo está vez el ruso acercándose a su amigo.— Tu mismo estás jugando con Babi ¿y te pones así? Por favor Conway. — silencio.— ¿Tu en realidad amas a Babi? ¿La quieres como has querido a Julia?— de nuevo, silencio.— me lo imaginaba.

Volkov se acerco a su amado, le agarro de las manos y le sonrió.

—Vamos a casa. Haremos lo que tú quieras, pondremos la película que tú quieras y bueno... no sé...— dijo con un tono rojo en sus mejillas. Horacio sonrió y le dió un beso corto en los labios para salir seguidamente de ahí.

Jack prendió otro cigarrillo. Este es el cuarto que fumaba. Gustabo miro a su superior.

—Si sigues así, en unos días te morirás. Debes de dejar esa mierda.— agarro el cigarrillo del mayor y lo tiró a la basura.

—Ojalá Gustabo... ¿Por qué sigues aquí?— le miro a través de sus gafas negras. Gustabo levantó sus hombros.

—Me vas a explicar toda la jodida idea que tienes en la cabeza sobre Babi. Ahora.— se cruzó de brazos. Jack suspiró y procedió a hablar.

En el tejado del taller se encontraba Babi. Mirando las estrellas mientras sus pensamientos y pensamientos transcurrían sin parar un segundo.

—Beba. ¿Pol que esta' ahi?— habló Yun desde una ventana. Babi miro hacía el y levantó sus hombros.

La morena había subido gracias a la ventana en el que estaba el chino. En el despacho de la chica estaba esta ventana, en la que agilmente había logrado trepar.

—Queria despejar, pero creo que a sido peor. ¿Por qué sigues en el taller?— dijo sin moverse del lugar. Yun intento subir, cosa que logró. Se acercó lentamente hacia la morena y se sentó, Babi imitó su acción. Ahora Yun se encontraba acostado, Babi posó su cabeza en el vientre de este, acostándose también.

—Quelia ve' si seguia' aqui. Y aqui estas. Apunto de matalte.— Babi se carcajeo haciendo que este sonría.

—Dime Ramen... ¿Por qué te uniste a la mafia?— el suspiro del hombre se hizo presente.— Nos conocemos pero creo que no tan profundamente... Si no quieres decir nada, no lo digas.

—Te sele sinselo Babi. Yo no tengo a nadie. ¿Mis padles? Mueltos. ¿Helmanos? No tengo. Y cuando llegue a esta ciuda'... ellos me acogielon. Me cuidalon como si fuese de su familia...

—Y eso es lo que sois. Una gran familia.

—Asi e' pequeña... Somo' una familia. Ello' me hablalon de la mafia... Entonse' decidí unilme. Ello' son lo mas palecido que tengo a una familia...— el la voz se le notaba la voz  triste. Babi se sintió mal, realmente sentía ese dolor, lo entendía.

—Ya que e'tamo a sola... ¿Te puedo decil algo?— dijo levantandose suavemente, para poder quedarse sentado. Ahora la cabeza de la morena se encontraba apoyada en sus piernas. Ambos se miraron fijamente a los ojos.

—Claro Yu. Dime.— le sonrió. Yun cogió aire.

—Se que te gusta el viejo ese. El Confleis... Lo que quielo desilte e' que sí algun día te llega a fallal, o que te engaña... o si ya no te llega a quelel ma'... Yo estale ahí. A tus pies.— Babi sonrió de lado.— Beba... Estoy enamolado de ti.

Yun poso su mano en la mejilla de la chica. Babi se limito a mirar a los ojos cafés del chino.

—Te puedo asegulal que te puedo hace' mucho más feliz que el abuelo ese.— una risa se le escapó a la morena.— Yo te espelale.

—Gracias mi chinito...— sonrió. Yun le sonrió de vuelta.

Y así estuvieron hasta las tantas de la noche. Hablando uno del otro, conociendose más y más.
 
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Espero que realmente les este gustando <33
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«𝙉𝙤 𝙨𝙚𝙖𝙨 𝙩𝙖𝙣 𝙖𝙣𝙩𝙞𝙜𝙪𝙤 𝙖𝙗𝙪𝙚𝙡𝙤»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora