Chapter Twenty-three.

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⟨Cumpleaños Parte 2⟩

-Feliz cumpleaños Babi...- sonrió mirando a los ojos a la morena. Esta se levantó haciendo que el hombre también se levante.

-Yo... N-No puedo aceptar esto Jack... E-Es muy caro.- hablo entrecortadamente y nerviosa. El hombre sonrió más.

-No digas nada Babi...- posó su cálida mano en la mejilla de la mencionada.- Solo acéptalo.

-Gracias...- se aferró a él cuello perfumado del hombre. Conway sonrió y, como si fuese un peluche, la abrazó con fuerza atrayéndolo a el mismo.

Una suave y lenta música empezó a sonar. Babi se separó de él y carcajeo. Miro al chico con una ceja levantada, este solamente levantó sus hombros.

-¿Me haría el placer de bailar conmigo preciosa doncella?- dijo haciendo una pequeña reverencia mientras le daba la mano. Babi volvió a carcajear.

-Por supuesto que sí, apuesto caballero.- hablo cogiendose la punta de su vestido y agachándose un poco. Ambos rieron y se cogieron las manos.

Jack tenía sus dos manos en la cintura de la chica, mientras que está las tenía sobre su cuello. Ambos empezaron a danzar de un lado a otro sin dejar de mirarse a los ojos.

Todo era maravilloso. Silencio. No había palabras que decir en aquel momento. El único sonido que se escuchaba eran las olas romper, algo satisfactorio para la mujer.

Babi posó su cabeza en el pecho del hombre, en esta pudo escuchar sus latidos, sonrió ante aquello. Jack posó el mentón de su propia cabeza en la de ella.

El ambiente que estaba algo frío se volvió templado por aquella cercanía de los sujetos. Ninguno dudaba el hecho de gustarle el estar tan cerca uno del otro.

Babi solamente pensaba en este momento. ¿Es real? ¿Esto me pasa a mi? se decía mentalmente.
Jack no pensó ni una vez en el plan que habían hecho junto con superior. Solamente existían ellos dos en aquel momento, lo demás había desparecido.

Unas cuantas canciones lentas sonaron. Ni una vez se habían separado uno del otro.
Ahora caminaban descalzos por la fría arena.

-Jack.- llamó la atención del hombre. Este la miro y emitió un sonido dando a saber que la estaba escuchando. Babi entrelazó su mano con la del hombre, sintiendo la calidez de esta.- ¿Por qué haces todo esto?

Jack freno en seco. La miro a los ojos. Cogió sus dos manos y las acarició lentamente. ¿Lo que iba a decir ahora mismo lo sentía de verdad o solo estaba siguiendo el plan?

-Una vez conocí a una mujer en una discoteca. Bailaba de puta madre. Sus movimientos me imnotizaron por completo, me volvió loco.- Babi sonría con un tono carmesí en las mejillas.- Esa chica está llena de vida, es alegria pura. Me enseñó a reír de nuevo, me enseñó a sonreír más amenudo. Su voz también me volvía loco. Cualquiera mataría por sus cuerdas vocales...- Las lágrimas de la morena asomaban por sus ojos color verde-amarronados.- Esa mujer, me cambio por completo. Ahora mismo ni me reconozco... -carcajeo el hombre.- Se que esa mujer tiene demonios en su mente... lo sé, lo veo en sus ojos... Pero ahora mismo me da igual.

-Joder...- murmuró la morena con lágrimas rodando por sus mejillas. Jack con sus pulgares las limpio suavemente, dejo sus manos en las dos mejillas de esta.

-De esa mujer... de esa jodida muñeca... Estoy enamorado.- El corazón de Babi dejo de latir. Pero al sentir los suaves labios del mayor latio tan fuerte que cualquiera podía escucharlo a kilómetros.

Se unieron en un solo beso. Aquel beso demostraba sin palabras lo mucho que se querían uno al otro. Demostraban todos sus sentimientos.

Jack se separó de ella mordiéndole suavemente el labio. Se habían separado por falta de oxígeno, sino, Babi juraría que se quedaría en ese mismo instante hasta el final de sus días.

«𝙉𝙤 𝙨𝙚𝙖𝙨 𝙩𝙖𝙣 𝙖𝙣𝙩𝙞𝙜𝙪𝙤 𝙖𝙗𝙪𝙚𝙡𝙤»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora