Prólogo

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Ashen weapon: Blue flame 

   Baekhyun dio un salto evitando pisar la línea marcada en la acera y una suave sonrisa satisfecha se dibujó en sus finos labios. Continuó con su juego infantil por más minutos, sin estar completamente consciente del paso del tiempo. 

   «Siete, ocho, nueve»

   Continuó contando cuántas había evitado a lo largo de su recorrido matutino. 

   Como acostumbraba, había salido de su hogar para no ser testigo del común ceño fruncido y voz enfadada de su madre. Aquello era algo que Baekhyun, a sus cortos 6 años, no entendía; no comprendía por qué su madre solía despertar de mal humor, o por lo menos por qué su sonrisa desaparecía apenas lo veía entrar por la puerta de la cocina cada mañana. A veces, mientras se arropaba a sí mismo en su cama, en las noches en que su progenitora lo ignoraba, pensaba al respecto y llegaba a distintas conclusiones. Sin embargo, el pequeño Byun en el fondo era consciente de lo que su madre aborrecía de él.

   Lo peor es que no era capaz de controlarlo y eso le entristecía, ni siquiera sabía con seguridad la forma en la que había aprendido a utilizar la chispa azul, pero se sentía tan natural en él. De la misma forma en la que una persona se impulsa para levantarse de la cama, Baekhyun podía hacer aparecer leves brillos azules alrededor de sus sábanas rojas para moverlas. No obstante, se cohibía de realizar acciones tan normales para él como aquella, cuando su padre jalaba sus cabellos castaños y le daba un regaño, para después castigarlo en su cuarto hasta que la hora del almuerzo llegaba.

   «Uno, dos, tres»

   Dejó de saltar a la vez que suspiraba con tristeza, acto seguido levantó la vista del suelo, en el cual su pie se hallaba encima de una grieta de la vieja vereda. A una cuadra de distancia, un grupo de niños de su edad reían y se correteaban entre ellos; él había escuchado hablar de ese juego que consistía en perseguir y atrapar a los demás. 

   «¿Y si tal vez…?», pensó el pequeño de desordenadas hebras castañas, mientras daba un paso inseguro hacia adelante jugando con sus delgados dedos. 

   El pensamiento quedó cortado cuando sus ojos se cruzaron con los oscuros de uno de los niños que revoloteaban a la distancia. Baekhyun sintió que su garganta se secaba ante el nerviosismo que recorrió su cuerpo y tuvo el impulso de salir corriendo como siempre.

   El pequeño Byun tenía la idea de que el contacto visual era muy importante al momento de relacionarse con otras personas. No era como si tuviera mucha experiencia en ello, pero su instinto le gritaba que a través de los ojos se mostraba una parte del alma de forma inconsciente. Las personas podían parecer imperturbables en ocasiones; sin embargo, los ojos nunca mentían.

   Por ello sintió una presión en el pecho cuando la mirada de irises oscuros se endureció, pudo percibir molestia y desprecio. Su cabeza comenzó a doler y sus ojos se sintieron húmedos. Baekhyun mordió su labio inferior conteniendo las ganas de llorar y se dio media vuelta corriendo lo más rápido que sus pequeños pies le permitían.

   Mientras sus piernas se movían ágilmente ayudándolo a escapar, se preguntó qué había hecho mal, si acaso existía una razón por la cual él no era igual a los demás, una razón por la que todos desprendían aquellas vibras de odio cuando estaba cerca.

   Desde que tenía uso de razón era capaz de notar las emociones que las personas transmitían sin darse cuenta, aquella capacidad lo ayudaba a evitar malos momentos al intentar interactuar. Lo ayudó a empezar a evitar entablar conversaciones con personas que le producían malestar, la habilidad era buena hasta cierto punto; no obstante, el verdadero problema empezó cuando cada vez eran menos los que no lo despreciaban, lo cual lo llevó a mantenerse en un estado de autoexclusión. Además, también existían casos extraños, un ejemplo cercano eran sus padres; Baekhyun podía sentir hostilidad de su parte, pero esta se mezclada con otras emociones que el pequeño no llegaba a comprender del todo. Los seres humanos le parecían extraños, le resultaba sencillo percibir lo que sentían sus compañeros de clase con respecto a él; sin embargo, era más complicado entender lo que otros transmitían. Por ello, a su corta edad, había decidido no ser demasiado abierto con los demás y no contarles demasiada información sobre sí mismo.

Ashen weapon | ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora