Capítulo 4

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    Escuchó el sonido de la puerta exterior, pero se mantuvo leyendo.
   Según entendía, lo único que confirmaba su existencia era su razón, su capacidad de pensar. Los sentidos podían engañar, el mundo existía mientras él fuese capaz de verlo.
   Pero, ¿qué era entonces la energía que podía controlar desde siempre?, ¿no era real también?, ¿siquiera le pertenecía o solo era capaz de controlar algo externo?

    Un cosquilleo suave comenzó a relajar la zona de su nuca, casi como una caricia delicada. Cerró los ojos un momento, concentrándose.

   Era él.

   Podía saber que estaba mirando a través del cristal de su habitación. Incluso si no podía verlo, lo sentía, reconocía que estaba allí.
   Posiblemente Descartes al escribir sus meditaciones jamás hubiese pensado en la posibilidad de poseer más de un sentido. Por lo menos no uno que diera la certeza de verdades. No obstante, Baekhyun estaba seguro de la presencia, a pesar de no verla o escucharla.

    Motivado por su propia curiosidad mantuvo los ojos fijos en las letras impresas, sin leer nada, solo atento al aura del hombre. El cosquilleo se desplazó hacia su sien izquierda. Ronroneó ante la sensación placentera. Le gustaría saber qué pasaba por su mente.
   Al interactuar con Yongsun o Minseok solía sentir vibras apacibles que masajeaban la zona detrás de sus orejas. Era calmado y tenue debido a la costumbre.
   Sin embargo, al tratarse de una persona nueva en su vida, las sensaciones eran más intensas y no podía evitar prestarles más atención.
   Recordó sus ojos oscuros contemplándolo durante una de sus pruebas. Los labios entreabiertos y el ceño marcado por una arruga leve. Baekhyun supo que se sentía confuso, intrigado y… atraído.

     Nadie lo había observado de forma tan intensa antes.

     Él tambien estaba curioso, mas no pensaba dejar de estar alerta. Si bien no percibía intenciones malas de su parte, nada le aseguraba que, al fin y al cabo, su sentido no pudiese fallar una vez. Las energías nunca eran constantes, a cada momento variaban, así fuera mínimamente.

   Dejó el libro en su solitario estante.

   Quería saber.

   Pretendiendo que no estaba al tanto de su presencia se subió a la cama. Se tendió boca abajo y estiró las piernas con lentitud. La almohada fue apetujada entre sus brazos delgados y hundió parte del rostro en ella.

   «No hay ningún cambio, el hormigueo continúa».

   Fingió un bostezo de la forma más adorable que pudo mientras doblaba la rodilla.

   La sensación varió y Baekhyun casi sonríe victorioso. Era nueva, como si unas garras filosas se pasearan por toda la extensión de su cuero cabelludo, sin llegar a lastimarlo. Era electrizante y nueva, no la comprendía, pero estaba consciente de que no era negativa.

   Era interesante.

                                 •••

   Chanyeol salió de la cámara con la mente hecha un lío de memorias y confusión. Sus botas negras con plataforma voluminosa golpearon las baldosas brillantes. Dejó atrás al joven de rostro dulce al cerrar la puerta tras de sí y encaminarse por los pasillos casi infinitos. Aún permanecía turbado por la actitud cómoda con la que el chico se desenvolvía. El lugar era inhóspito, rodeado de tonos pálidos y de ambiente lúgubre. Una parte de él gritaba que un ser humano no podía vivir en esas condiciones. La mera idea de estar cautivo durante tantos años era inconcebible.
    Había pedido los archivos más antiguos del proyecto para poder estar enterado de todo, en estos estaba escrito que el sujeto de experimentación era huérfano y que fue protegido por la nación. Además, que por su propia seguridad había sido acogido y su identidad ocultada. Comprendía ese punto, un niño con las habilidades del peliplata podía ser peligroso tanto para la sociedad como para él mismo. Se debía mantener bajo control. Sin embargo, Chanyeol tenía un dilema relacionado con la participación del sujeto en la agenda del gobierno. Lo utilizaban como un arma, de hecho, se lo presentaron de aquella forma: como el as bajo la manga.
    Lo habían sometido a experimentación desde que era un jodido niño, cuando no podía dar su consentimiento para ello.

Ashen weapon | ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora