FIFTH HOUSE (Finn Wolfhard y tú) [REANUDADA]

004 - Michael

Narrador/a ______:

¿Cuando pensabas decirme que te casaste?

Fue el mensaje que recibí. Nada más y nada menos que de Michael.

¿Podemos hacer llamada?

Fue lo único que respondí, sería muy confuso y me sentiría incapaz de decirle algo así por un mensaje. Mi teléfono sonó y no tarde en contestar.

— ¿Cuándo planeabas decírmelo? — escuché del otro lado de la línea mientras caminaba hacia el baño, no quería que Finn me encontrará hablando con su hermano.

— Supuse que tus padres te lo dirían antes que a mí — traté de excusarme.

— De todas formas no planeabas decírmelo tu.

— Finn al inicio quiso que fuera secreto.

— Es lo peor de todo, con mi hermano, ¿porqué ____? ¿porqué? ¿no pudiste esperar? ¿no me pudiste esperar a mi?

Michael... ¿Por qué volviste justo ahora? ¿Por qué me dejaste sin una palabra y ahora regresas para reclamarme? No es fácil para una persona asimilar un reclamo y una declaración.

— ¿Esperar? ¿en serio hablas de esperar? Yo siempre te espere Michael, tu fuiste el que jamás mostró interés, ¿sabes cómo me destruyó que te fueras a España? un día simplemente diste la noticia y me dejaste con el amor en las manos. Te mandé indirectas para decirles a nuestros padres que a Finn no lo metieran a su frustrado proyecto del matrimonio, porque TU Y YO NOS IBAMOS A CASAR, se supone que nos amábamos Michael — suspiré — me tengo que ir, es noche y tengo que dormir — sin dejar que dijera una sola palabra colgué.

Era cierto todo lo que había dicho, Michael y yo nos amábamos, o quiero creer que el sentimiento era mutuo. Hasta que un miércoles se le ocurrió dejarme con el amor en las manos, teníamos planeado todo, Finn saldría de este matrimonio forzado, para que Michael entrara y se casará conmigo, pero un día simplemente Michael se fue, y me dejó sin siquiera una explicación.

— ¿Con quién hablas? loca.

— Con nadie — conteste dentro del baño, sacándome las lágrimas.

— Claro que hablas con alguien ¿quién era?

— Nadie — dije abriendo la puerta, pretendiendo que no había pasado nada — tu eres el loco que escucha voces.

— ¿Qué tienes en los ojos?

— Fumé — mentí.

— Claro — dijo alargando la o — no huele nada a tabaco, además, tu no fumas ¿qué tienes en los ojos?

— Es por el sueño.

— Si claro, en fin, deja de hacer lo que sea que estabas haciendo, mañana nos levantaremos temprano.

— ¿Por qué?

— ¿No te enteraste? Nuestros papás quieren iniciar la construcción de nuestra casa.

— Esos señores no conocen nada sobre el tiempo y la paciencia, quieren hacer todo de inmediato.