005 - Hockey

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Narrador/a ______:

Ya íbamos de regreso a nuestra casa. Aunque nuestros papás habían dicho que iban a almorzar, decidieron hacer más vueltas, por lo que, después de ver los detalles de la casa, cada quien se fue por su camino.

—¿Estás bien? —preguntó Finn viendo el camino, ya que él era el que manejaba.

—Sí, ¿por qué lo dices?

—Te noto extraña.

—Solo estoy agobiada, todo fue muy rápido, ni siquiera me dieron tiempo de asimilar.

En parte era cierto, todo había sido demasiado rápido. Pero lo que mortificaba mi mente fue la llamada que tuve con Michael en la madrugada.

—Dímelo a mí, estoy por entrar a la facultad.

—¿A qué facultad vas a entrar?

—Medicina.

—¿Te gusta la medicina?

—No, pero así puedo complacer a mis padres.

Creo que Finn y yo no éramos tan diferentes.

—¿No te da miedo?

—Nah. ¿Tú qué piensas estudiar?

—Siempre he sido bueno en matemáticas, así que me decidiré por la facultad de ciencia física matemática.

—Qué suerte ser buena en matemáticas. Michael siempre fue de esos cerebritos —lo miré mal— sin ofenderte a ti, pero Michael era un fastidio, jamás fui bueno en matemáticas y se aprovechaba.

Creí que Finn era el aprovechado, siempre miré a Michael como el indefenso.

—¿Te alegra que se haya ido?

—Es mi hermano, pero necesitaba un descanso de él.

—Te entiendo.

[...]

Finalmente habíamos llegado a casa, el trayecto había sido algo cansado ya que la ruta era muy larga.

—A la próxima manejarás tú.

—No tengo licencia, ja —reí.

—En cuanto la saques, tú serás mi chófer.

—¿Crees que Millie y Noah estén en casa?

—Lo más seguro es que sí, se escuchan ruidos.

...

—¡Dios mío! —exclamé— vivimos en la misma casa.

—¡Mierda! ¡La apuesta!

—¿Qué apuesta?

—Hace mucho Noah y yo apostamos que el primero en acostarse con su pareja le pagaba al otro cien dólares.

—Pues despídete de tus cien dólares.

—A menos que... —habló en un tono coqueto, abrazándome por el cuello.

—Ni lo pienses, Wolfhard —recité mientras me zafaba de su agarre.

—¡Son cien dólares!

—¡No me voy a vender por cien dólares!

—¡Pero los necesito!

—No los necesitas, somos mantenidos.

—Bueno, no los quiero perder.

—Yo le doy a Noah cincuenta, pero no pienses que voy a hacer eso, ahora vámonos, dejemos que el amor florezca.

—Pero sabes que tarde o temprano lo tendremos que hacer, porque si Millie y Noah se embarazan, los siguientes somos nosotros.

FIFTH HOUSE  (Finn Wolfhard y tú) [REANUDADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora