FIFTH HOUSE (Finn Wolfhard y tú) [REANUDADA]

013 - Acompañante de graduación

Seis meses después...

Narrador/a _____:

El sol apenas comenzaba a salir cuando me levanté, lista para mi entrenamiento matutino. Había pasado los últimos meses concentrándome en mis estudios y entrenamientos, tratando de evitar los pensamientos sobre la graduación de Finn y la tensión constante en casa.

Me vestí rápidamente, poniéndome mis shorts y camiseta favoritos, y salí de la casa con mis mochilas al hombro, para subirlas a mi camioneta.

Al llegar a la cancha, vi a mis amigos esperándome junto a la cancha. Ovalle estaba ajustando su banda para el pelo, Tatiana estiraba sus brazos, Ozziel estaba revisando sus zapatos de correr, y Sebastián ya estaba haciendo ejercicios de calentamiento.

—¡Hey, _____! —me saludó Tatiana con una sonrisa—. ¿Lista?

—Siempre —respondí, tratando de mantener mi ánimo alto.

Nos reunimos en círculo, discutiendo el plan para el entrenamiento de hoy. Sebastián, aunque era el "payaso" del grupo, era dedicado en el fútbol, el mejor me atrevería a decir, él es nuestro líder, y empezó a delinear las rutinas.

—Empezamos con una carrera de resistencia alrededor del parque —dijo Sebastián—. Luego pasamos a ejercicios de fuerza y finalmente un poco de fútbol para terminar.

Asentimos y nos preparamos para comenzar. Mientras corríamos, sentí que mis pensamientos se aclaraban un poco. El ritmo de mis pasos y la respiración constante me ayudaban a liberar el estrés acumulado.

Durante el entrenamiento, traté de concentrarme en el presente y en mis amigos. Ozziel me lanzó una mirada.

—¿Todo bien? —preguntó, con su tono amable pero preocupado.

—Sí, más o menos —respondí, intentando sonar casual—. Solo hay mucha tensión por la graduación de Finn.

—Lo entiendo —dijo, asintiendo—. Sabes que cuentas con nosotros.

—Gracias, Ozziel.

Después de la carrera de resistencia, pasamos a los ejercicios de fuerza.

[...]

Terminamos el entrenamiento con una partida de fútbol. Entrenar me ayudaba a despejar mi mente.

Al final del entrenamiento, nos sentamos en el césped, tomando agua y recuperando el aliento.

—Fue un buen entrenamiento —dijo Sebastián —. ¿Qué planes tienes para el resto del día, _____?

—Tengo que estudiar un poco y luego buscar un vestido, aunque todavía no sé si seré la acompañante de graduación de Finn, sus padres organizarán alguna fiesta, y no tengo vestidos —dije, con una sonrisa forzada.

—Lo de los vestidos suena genial, Ovalle y yo te acompañaremos —dijo Tatiana, ella amaba las compras.

—¿Qué? Yo no sé nada de vestidos.

—Pues te enseñaré.

Después de nuestra conversación, nos levantamos del césped y empezamos a recoger nuestras cosas. La idea de ir de compras con Tatiana y Ovalle no me molestaba, especialmente porque me permitiría distraerme un poco del estrés que sentía por la graduación de Finn.

—Bueno, si están dispuestas a ayudarme a encontrar un vestido, iniciemos —dije, con un tono de alivio—. Gracias, chicas.

—¡Genial! —exclamó Tatiana—. Ovalle, ¿qué opinas? ¿Nos vamos a hacer una tarde de compras?

—Me parece bien —dijo Ovalle con una sonrisa—. Siempre es divertido ver cómo Tatiana trata de convencer a alguien de usar algo que normalmente no elegirían.