011 - Nahuel

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Narrador/a _____:

Diría que me desperté por los rayos del sol o por mi alarma, pero no fue así.

—¿Hola? —hablé adormilada.

—¡Despierta estrellita hermosa! —gritó Tatiana por la línea telefónica —Arriba, ya amaneció y es un nuevo día.

—Tatiana, el sol ni si quiera ha salido.

—¿Y qué? Hoy veremos a Nahuel. Los chicos y yo nos pusimos de acuerdo anoche, y te llamo ahora porque no viste los mensajes. Así que debes estar lista. Pasaremos por ti a las 6. Byee.

Miré el reloj: apenas eran las 5 de la mañana. Me levanté de la cama y me dirigí al baño para bañarme y vestirme. Mientras me cepillaba el cabello, no pude evitar pensar en lo tensas que habían sido las cosas con Finn últimamente.

Finn y yo no dormíamos en la misma habitación desde que empezaron los problemas. Él había estado durmiendo en su antigua habitación donde no tenia cama.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina para prepararme un café. Justo cuando estaba sirviendo mi taza, Finn apareció en la puerta de la cocina, todavía con pijama.

—¿Vas a salir? —preguntó.

—Sí, Tatiana y los chicos vienen por mí en un rato. —respondí sin mirarlo directamente.

—¿Tan temprano? —insistió, cruzando los brazos.

—Sí. —Intenté sonar casual, aunque la incomodidad entre nosotros era evidente.

Finn se quedó en silencio por un momento, observándome. Finalmente, habló con un tono más suave, aunque todavía con un toque de firmeza.

—Solo cuídate ¿ok?

Lo miré por un instante, sorprendida por su comentario. Era difícil discernir sus verdaderas intenciones, pero decidí no profundizar más en el tema.

—Lo haré. —respondí escuetamente, tomando mi taza de café.

Sin decir más, me dirigí a la sala de estar para esperar a Tatiana y los chicos. Sentí la mirada de Finn en mi espalda, pero me negué a volverme.

El sonido de un coche frenando frente a la casa me hizo levantar la vista. Tatiana había llegado. Tomé mi mochila y me dirigí a la puerta. Justo cuando iba a abrir la puerta, Finn se acercó y me dio un corto beso en la mejilla.

—Ten un buen día —murmuró, antes de dar un paso atrás.

Asentí sin decir nada, sintiendo una mezcla de emociones mientras abría la puerta y salía hacia el coche. Al menos por hoy, trataría de enfocarme en los planes con mis amigos y dejar las tensiones con Finn en pausa.

—Hola —salude entrando a l camioneta de Tatiana.

—¡Buenos días! —respondieron en coro Ozziel, Sebastián y Ovalle desde el asiento trasero.

—¡Vaya, finalmente despierta! —bromeó Tatiana mientras ponía en marcha el coche.

[...]

El sol comenzaba a asomarse en el horizonte cuando llegamos a la preparatoria. Bajamos de la camioneta y nos dirigimos hacia la entrada.

—¿Listos para pasar otro asombroso día junto a este guapetón? —preguntó Sebastián, animado.

—¿Dónde está el guapetón?—bromeó Ovalle, a lo que reímos.

Las clases transcurrieron sin mayores sobresaltos, aunque mi mente divagaba constantemente hacia Finn y nuestra situación. Al final del día, nos reunimos todos en la entrada principal de la escuela.

FIFTH HOUSE  (Finn Wolfhard y tú) [REANUDADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora