IT'S A HEARTACHE

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THE FIRE AND THE FLOOD

Capítulo 12
IT'S A HEARTACHE

...It ain't wise to need someone

As much as I depended on
You... (*)

*"It's a Heartache"/Bonnie Tyler/RCA Records 1977 (c)

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Se había quedado inmóvil frente a la entrada de la cooperativa.

El gemido atávico en su garganta no se apagaba. Una nota que se balanceaba entre un chirrido de dientes provocado por una ira contenida, y humana.

Shirou resopló, mientras que su cuerpo cedía al instinto beastman. El lobo emergía, acentuando un gruñido más grave y amenazador. Lo que le quedaba era una desagradable escoria de enfado. Ese era el siguiente nivel en su columna geológica de conocimientos. Pero enfado no era la palabra adecuada. Estaba encolerizado. Estaba furioso. Era como si le hubieran herido con algo.

Una parte de sí mismo, la parte racional y humana había reconocido que sería peligroso regresar a la cooperativa... peligroso para Pingua.

Pero el lobo, la bestia instintiva, irracional y territorial tenía otra idea ahora. Y el lobo tenía poder sobre la inexistente naturaleza humana. Él no era humano, solo la apariencia era una careta sin importancia...y no tenía inferencia en sus acciones.

Su mente era un torbellino incesante y reconocía que hubiera sido tan agradable disimular el desastre, provocando otro mayor.

Y solo recordar que su territorio había sido invadido descaradamente, le hizo sentirse inquieto. Le hizo sentirse indignado. Le hizo sentirse furioso.

Y el lobo había tomado control.

0—

—¡¿Cómo pudiste ser tan estúpido?!

Perdiendo la habitual calma en su expresión, y haciendo un inmensurable intento por no perder tan drásticamente la compostura, la voz de Alan Sylvasta se alzó levemente, resonando con un eco poco profundo desde la pequeña bodega detrás del destartalado escenario.

El sujeto al que se dirigía tan arteramente se llamaba Jérek Blök; alto y sacudido de carnes como una sombra. Y su enjuto rostro, de facciones alemanas no expresaba ni la más mínima disculpa.

—Sólo cumplía lo que la señorita pidió. Han pasado más de tres días y usted no ha cumplido con su parte. Necesita al "espécimen", con solícita prioridad —excusó con arrogancia.

—¡Lo sé, pero provocar un incidente que llamase la atención de estas malditas bestias no es la manera de hacerlo! —espetó Alan, pasándose una mano por la sien—¡Y sé que tampoco le hubiera sido útil llevarla muerta! —exhaló, fastidiado—Conozco el trato con Eileen, así que no necesito que estén moviendo las fichas de mi tablero por ella.

La expresión de Blök permaneció inmutable en anatema al diletante brillo de furia contenida visible en las pupilas de Alan.

—Yo me encargo de llevarle a la chica cuando tenga que hacerlo –enunció imperativamente. Ladeo un poco el semblante, mientras el barullo del exterior se atenuaba.—Retírate.

De manera escueta, Blök sólo se limitó a asentir en silencio, saliendo con el mismo sigilo con el que había entrado escabulléndose desde el andamio roto.

Alan resopló, aun con la mirada aun fija en el desprolijo tubular torcido y la viga, los mismos que habían sido desatornillados por Blök con presteza hacía minutos antes.

The Fire and the FloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora