|11|

3.3K 320 34
                                    

Maraton 2/6

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maraton 2/6

– Este sitio es lindo. – Sonreí.

Estábamos en el "Mercado de Convent Garden".

Había flores por todos lados, era increíble.

– E. – La mire. – Separémonos, así cubriremos mas espacio.

Asintió.

Tras unos minutos tratando de esquivar personas, por fin di con mi objetivo.

– Deme cuatro flores amarillas, dos azules y una roja. – El castaño volteo. – La variedad me da igual. – Sonreí.

– ¿Qué haces aquí? – Me miro de pies a cabeza con una sonrisa ladina. Quizás sorprendido por verme llevar un vestido.

– ¿Por qué vendrías a Londres si adoras las flores? – Respondí con otra pregunta.

– Porque nadie me hallara aquí.

– Yo lo hice.

– Y yo también. – Apareció Enola.

– ¿Por qué? – Me miro en silencio unos segundos. – Vinieron por el dinero de la recompensa.

– ¿Una recompensa? No lo sabía. – Me extrañe. Empecé a acercarme a él. – Debo ¡atarte y reclamarla! – Rei al ver su cara de susto.

– Por dios, ¡eres tan ridículo! – la mire mal. – Vine porque me agradaste más en tu ausencia.

– A mí me agradabas de antes. – Pase mi brazo por sus hombros. – No te preocupes. – Me sonrió. – Además, tu vida está en peligro.

– ¿Por qué te agrado más a ti que a ella? – Se alejo para tomar dos flores.

– ¿En serio? ¿Preguntas eso en vez de quien intenta matarte? – Pregunto, algo enfurecida, la castaña.

Nos paso una flor a ambas, sonriendo.

{...}

– Encontramos las flores en tu libro. Eran hermosas. Pero las flores no me interesan. – Tiro la rosa que el castaño le dio anteriormente.

– ¿Por qué eres tan ignorante?

– ¿Cómo te atreves?

Se me salió una risita.

– Ignorante por deseo propio.

– Eso crees porque eres un niño.

– No soy un niño, soy un hombre.

– Lo serás cuando yo te diga.

La castaña se adelantó.

– ¿Siempre es así?

– A veces es peor. Me cuesta creer que sea la menor.

– ¿Es la menor? – El chico parecía verdaderamente sorprendido.

– Le llevo dos años. – Me encogí de hombros.

– Tú me caes mejor. – Paso su brazo sobre mis hombros. – Te ves bien con vestido.

– Siempre me veo bien.

– Te extrañe, Christine Holmes. – Me sonrió. A este chico enserio le gusta sonreír.

– También te extrañe, Lord Tewksbury. – Pase mi brazo por su cintura.

– ¡Dejen de ligar y apúrense!

𝒞𝒽𝓇𝒾𝓈𝓉𝒾𝓃ℯ  [Tewksbury Y Tu] TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora