56: Héroes

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-¡Chavales! ¡Centraros!¡Alexby! -él le miró con los ojos vueltos otra vez a las lágrimas cuando aún no habían perdido el rojo- ¡El dispositivo! ¡Rápido!

Alexby obedeció a Staxx apretando fuerte los labios, comenzó a rebuscar en el traje oscuro de Willy, teniendo que meter las manos entre él y el fuerte abrazo del búho.

-Fargan, necesito ayuda, ¡Fargan! -el híbrido abrió los ojos mirándolo solo a él- Ayúdame -le susurró.

Fargan asintió, posando con la mayor delicadeza posible a Willy en el suelo, levantando la vista solo para buscar a su otro hermano oscuro, hundido en la miseria, entre los brazos de Auron, que lo sujetaban de caer al suelo de rodillas. Luzu se arrodillaba a la cabeza del cuerpo de Willy, posando las manos en sus mejillas, aguantando las lágrimas en el momento en el que lo tomó con la dulzura tan típica de él.

-Aquí está. Es el dispositivo de Vegetta -confirmó Alexby al mostrarlo, intentando activarlo- pero sigo sin poder hacer nada, está contaminado.

Luzu levantó la vista hacia el dispositivo en la mano de su amigo, el cristal estaba inundado de un humo espeso, negro.

-Un momento. ¡Las ender pearl! ¡¿Las tenéis?! ¡Dármelas!

Luzu se puso en pie para reunirlas de manos de sus compañeros. Cuando Luzu se acercó a pedírselas a Auron, también intentó consolar al oso roto en los brazos de su omega, pero Rubius corrió hacia Willy, quedando sin fuerzas o sin valor, a mitad de camino. Anduvo el resto de la distancia, preguntándose qué había hecho mal, si todo el karma que los estaba castigando era culpa solo suya, si ya había pagado lo suficiente. Cayó de rodillas a su lado, extendió las manos sobre el cuerpo de Willy, apretando en sus puños los jirones sueltos del traje oscuro que lo arropaba, con las lágrimas amontonadas en los ojos.

¿Cuánto más iba a tener que pagar? ¿Con cuántas vidas estaría saldada su cuenta de karma? Tiró de Willy, y esta vez fue su turno de abrazarlo, escondiendo las lágrimas que se derramaron en un cuello frío, sin alma, que olía a absolutamente nada.

¿Es que no podía bastar solo con su propia vida? ¿Por qué pagar con las de otros?

La mano de Fargan se posó sobre su cabeza, y ahí, lloró sin tregua.

-Haced sitio.

El castaño los apartó a todos, sosteniendo en sus brazos un buen puñado de ender pearls.

-¿Luzu? ¿Qué tienes planeado?

-Confía en mi Staxx, ahora veréis. Creo.

Rompió la primera contra el suelo, y como era natural, a parte de mover a Luzu de sitio de forma instantánea, no ocurrió nada. Tomó la siguiente, repitiendo la acción, molestándose visiblemente, aun con los ojos vidriosos de las lágrimas y los labios comenzando a cuartearse, su expresión era la de decisión pura. Siguió con una tercera, una cuarta, hasta que solo dos quedaron en su mano. Aguardó un segundo, con la penúltima en la punta de sus dedos, cerró los ojos bajo la mirada expectante y silenciosa del resto de sus compañeros, que seguían sin entender nada, y no rezó, pero quizá ellos lo pudieran ver así, ellos, los que debían responder.

La ender pearl se hizo añicos en el suelo, desapareciendo pero dejando un bicho, un gusano enorme y gordo, de un morado tan oscuro como el del cielo del End, y unos enormes ojos redondos, que miraban a Luzu con adoración. Auron levantó la saqueadora como un loco, Lolito dio un paso atrás tensando el arco.

~¡Hola!~

Luzu rio de alivio al escuchar esa risueña e infantil vocecilla. Levantando una mano para detener a sus amigos.

Olor a manzanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora