Los fuertes pasos retumbaron por todo el lugar, lleno de calaveras y polvo, parecía el fin del mundo y de hecho para Yerik Ivanov, lo era.
ㅡTodo sería más fácil si estuviéras aquíㅡSuspiró, tomando entre sus manos temblorosas la foto de una mujer, pero, ¿qué pasó con el Dios de la muerte tan estricto y temible que todos conocen? Llegaron a su frágil mente los recuerdos de como casi acaba una especie entera de demonios por un capricho estúpido, suspiró y dejó caer una flor negra que se desvaneció en el aire.
¿Qué paso antes de todo eso?
ㅡAngel está muertaㅡhabló uno de los dioses, levantandose de su asiento.
ㅡ¿Cómo?ㅡYerik retrocedió, imposible, Angel siempre fue más fuerte que él aunque le costara aceptarlo, no puede estar muerta y menos ahora que por fin le autorizaron tener su especie de fantasmas.
En medio de su tristeza y por haber escuchado que muy probablemente los demonios chinos tuvieron algo que ver, ahí fue cuando todo cayó...su especie, redi mortis, estuvo entrenada durante un buen tiempo con el único propósito de terminar con los demonios y así, al menos, quedarse con una mínima pizca de tranquilidad, porque siendo honestos, un Dios de la muerte nunca tiene tranquilidad.
Le ordenó a todos y cada uno de los fantasmas ir a la dimensión del "infierno" para matar a todos los demonios que encuentren, mientras él vió todo, se dió cuenta que su plan no salió como quiso. Si bien mataron a una cantidad considerable de demonios, sus fantasmas perdieron al no tener el poder suficiente, claro, por algo los dioses del cielo clasificaron a los fantasmas por debajo de los demonios en poder.
Ahora esa dimensión por supuesto que lució como un verdadero infierno, la figura masculina se paseó por los escombros, intentando encontrar alguna señal de "vida", escuchó algunos sonidos y murmullos, pero no vió nada, al final supuso que todos los demonios restantes se escondieron de él, algo totalmente comprensible, no pudo culparlos, los entendió, así que fue en dirección a la salida prendida en llamas, sin contar con lo que está a punto de ver.
Los dioses del cielo le abrieron un portal para ir directo allí, uno de ellos le dijo que tiene una sorpresa, así que resignado, entró, a decir verdad no esperó que fuera a ser algo bueno después de lo que hizo, muy probablemente iba a tratarse de un castigo por el daño hecho a los demonios.
La luz del lugar lo alumbró, comenzó a ver el cielo verde y las plantas azules, sí, lo opuesto a la Tierra. El otro Dios lo guió hacia la mesa donde siempre se reúnen y le indicó que se sentara, añadiendo que cubriera sus ojos, algo que a decir verdad, le pareció bastante extraño a Yerik, pero por las circunstancias, decidió obedecer sin reprochar ni preguntar nada.
ㅡPasa, ya está aquíㅡhabló uno de los dioses, de inmediato, oyó unos pasos de botas, y sintió una presencia femenina, pero no una tranquila, una temible, muy familiar para Yerik.
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Ghostverse (I): Todos Tenemos Una Historia
Science FictionYerik Ivanov, mejor conocido como el Dios de la muerte, vivió un periodo enorme de soledad al haber perdido a su especie "redi mortis" y a Angel, la Diosa de la vida, por lo que decide intentar una segunda vez, creando a los "post mortem". Años desp...