I.- Inicio del Trato.

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VIENTRE DE ALQUILER

Una joven de cabello largo azabache y ojos chocolate, estaba sentada en su sillón blanco de la sala de espera de aquella clínica, se frotaba las manos y movía los pies en clara señal de nerviosismo.

¿Cómo era que había terminado en aquel lugar? ¿En qué momento se le ocurrió esa "brillante" idea?

Ya recordaba, en el preciso instante que su padre le dijo que debía posponer sus estudios universitarios porque a su madre le habían detectado miomas, y para juntar para su operación todos iban hacer algunos sacrificios, pero, debían ser realistas, jamás lograrían juntar el dinero a tiempo, con la renta de la casa, los medicamentos del abuelo, la comida y la renta de ella en Tokio, lo veía muy difícil, se dio de baja temporal de la universidad, se cambio a un cuarto más económico y busco empleo, pero a pesar de tener dos, apenas le alcanzaba para pagarse el alquiler y el alimento.

Un día mientras iba en el bus, escucho a un par de mujeres que hablaban sobre una conocida que era vientre de alquiler, ayudaba a parejas a tener a sus hijos y ellos le pagaban muy bien, con tres embarazos ya había comprado su propia casa. Llegando a su piso busco en internet sobre el tema, contacto a dos clínicas y le realizaron estudios desde físicos hasta mentales, tomaron sus datos y dijeron que ellos llamaban. Paso una mes y nada, justo cuando perdía las esperanzas llamaron para citarla ya que una pareja la quería conocer, pero ahora que estaba en ese lugar se estaba arrepintiendo.

Ella jamás había tenido lo que se dice un novio, solo salió un par de veces con un compañero en la preparatoria y fue todo, ella era virgen y ¿así pensaba tener un hijo? No sabía ya que hacer, pero su madre necesitaba esa operación, se lo debía, ella había hecho mucho por ellos.

...

¿Él en verdad quería eso? Uno de sus sueños era tener hijos, pero, él quería ver a su esposa embarazada y no a otra mujer con su hijo. Miro a su novia que platicaba por celular y volvió su vista a un folleto de la clínica. Si quería que su madre ya no se opusiera a su boda con Kikyou debían tener un hijo, así, su madre conservadora no permitirá que ese niño viviera con unos padres que no estuvieran casados, pero la carrera de modelo de su novia iba en ascenso y no podía perder su figura.

Un día, en una salida al bar con Miroku, su mejor amigo, esté le sugirió esa descabellada idea, que otra chica tuviera a su hijo, sería de él y de Kikyou, solo que el "horno" sería de alguien más, era como si ellos hicieran la pasta para las galletas pero al no tener un horno, alquilaban el del vecino. Miroku ese día le dio la tarjeta de un conocido suyo y concertó una cita en esa clínica, a Kikyou no le molesto para nada la idea y pusieron en marcha todo, le dijeron al doctor encargado que aquello debía ser un completo secreto, por él no hubo problema, solo debían elegir a la chica y hacer el acuerdo con ella.

Aún que le hubiese gustado ver los archivos de las mujeres con Kikyou, no pudo puesto que ella decía estar muy cansada y no podía llegar desvelada a las sesiones. El tampoco tenía mucho tiempo, él administraba el restaurante familiar desde que su padre se retiró y su querido hermano mayor no ayudaba mucho, él se había ido a Inglaterra hace tres meses y no sabía mucho de él, pero sus padres no estaban preocupados, eso quería decir que estaba bien.

A pesar de todo, procuraba dedicarse una media hora para revisar los archivos, al final escogió a un chica de 21 años, su expediente decía que estaba completamente sana, practicaba natación, no fumaba ni bebía alcohol, mucho menos se había drogado en su vida, encontrándose en perfectas condiciones para un embarazado.

Ese día iban a conocerla, Kikyou debió atrasar una sesión de fotos ya que era indispensable que ella estuviera presente.

― ¿Van a tardar?― le preguntó Kikyou.

― No, ya traen a la chica.― contestó a su novia.

― Perfecto, solo tengo 15 minutos más, no quiero llegar tarde a la sesión.

...

Una enfermera fue por ella y la guío a un cuarto donde la esperaban los futuros padres. Al entrar vio a una mujer de porte glamuroso, su piel blanca como la porcelana, cabello negro, lacio y largo, simplemente hermoso, ni un cabello parecía fuera de lugar, de inmediato sintió como la escudriñaba de arriba a abajo, sintiéndose intimidada y dirigió su mirada al hombre, y vaya que hombre era como un dios encarnado, sus ojos era dorados, fornido, alto, de piel bronceada y cabello negro.

― Señorita, el joven Taisho y la señorita Tama.― presentó la enfermera que acompañaba a Kagome.

― Mucho gusto.― saludo Kagome con una reverencia.

― Cualquier cosa me llaman.― dijo la enfermera antes de salir.

― Toma asiento, debemos charlar ¿Cómo te llamas?― comenzó diciendo Taisho.

― Higurashi Kagome.

― ¿Por qué elegiste hacer esto?

― Mi madre necesita una cirugía y me entere que está era una manera de obtener rápido el dinero para su operación.

― ¿Vives con tus padres? ¿Qué piensan ellos de esto?

― Vivo sola, en Nerima, ellos viven en Kodaira y no saben lo que pienso hacer.

― ¿Estudias?

― Ya no, me di de baja temporal.

― ¿Qué estudiabas?

― ¿Esto es necesario?― interrumpió Kikyou, ella tenía muchas cosas que hacer.― Te diré nuestras condiciones, primero, no le puedes decir a NADIE de quien esperas un hijo, segundo, vivirás en Takayama, ya que no queremos que NADIE se entere que yo no soy la embarazada, tercero, no podrás tener contacto por ningún medio con tus familiares o amigos ¿Entendiste?

― Sí, pero...― estaba de acuerdo en las dos primeras pero la tercera era una exageración, al menos podía hablarles por teléfono ¿no?

― Me voy, cuando sea el día la inseminación nos vemos, hasta mañana amor.― dijo al despedirse de un beso de su novio.

― Disculpe pero ¿cuánto será mi paga? y ¿Con quién viviré en Takayama?

― ¿Te parece que se pague la operación y tratamiento de tu madre?

― ¡Por supuesto!― exclamó llena de felicidad.

― Claro que los gastos médicos, de vivienda y vestido también están incluidos.― Kagome asintió.― Vivirás conmigo, en la casa de campo que era de mis abuelos, solo personas de mi entera confianza estarán también allí.

― ¿Qué hay de su esposa?

― Aun no lo es, por eso queremos al bebé, es todo lo que debes saber, entonces ¿Trato?

― Trato.― contestó después de tomar aire, todo eso la tenía muy nerviosa.

...

Conducía rumbo a su departamento, solo esperaba que todo saliera muy bien, aquella chiquilla le había inspirado bastante confianza, a decir verdad no era como se la había imaginado, era una jovencita hermosa, sus ojos chocolates simplemente eran hermosos, su melena azabache con bucles parecía tener vida y qué decir de la cara de felicidad que puso cuando se entero que su madre recibiría la ayuda que ella buscaba, se notaba que amaba a toda su familia.

Sonrió al pensar que si todo salía conforme a los planeado, en un año tendría a su hijo y su madre ya no se opondría a su matrimonio con Kikyou. Solo quedaba llamar a su novia y decirle que en una semana debían ir de nuevo.

By:Rinnu

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