VI. Sucesos Inesperados.

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VI. Sucesos Inesperados.

Inuyasha y Kagome estaban en Nagoya, nuevamente le tocaba consulta a Kagome para ver como iba el embarazo. La chica ya estaba sobre la camilla esperando a que llegará el médico e Inuyasha estaba sentado junto a ella.

Lo bueno todo eso, era que aquella clínica era un sede de la principal en Tokio, tenían sus antecedentes y estaban al tanto de que ellos no eran pareja.

― Joven Taisho, señorita Higurashi, gusto en verlos de nuevo.― saludo el médico, quien ya estaba al tanto de la situación.

― ¿Cree qué esta vez pueda ver que es?― preguntó esperanzado, él quería saber si iba a tener niño o niña, para así comenzar a comprarle cosas. Pero todavía su bebé no se dejaba ver bien.

― Veamos si el bebé quiere cooperar.

― ¿Y bien?― preguntó impaciente Inuyasha, mientras tambien miraba el monitor.

― Hoy no será el día, por lo general a esta altura ya se deja ver, pero creo que se hace del rogar. Díganme, ¿han seguido mis instrucciones?

― Por supuesto.

― ¿Cómo te has sentido?― preguntó a Kagome.

― Más cansada de lo normal, pero fuera de eso, estoy bien... Y ya se mueve.

― Eso está muy bien, ¿Te duele cuando lo hace?

― No ¿Por qué?

― ¿Algo anda mal?― preguntó Inuyasha con miedo.

― Claro que no, si le doliera si estaría mal, si no tiene molestias, todo esta bien. Solo son preguntas de rutina.― explicó e Inuyasha respiró aliviado.― Bueno, solo les doy la receta para las vitaminas que necesita y se pueden ir.

...

― Antes de irnos vayamos a comer ¿Qué se te antoja?

― Donde decidas está bien, no conozco, así que confiaré en tu gusto.

― Vayamos por pasta.

Llegaron hasta una pequeña plaza, era únicamente de un piso, había pocas tiendas y no había mucha gente, eso la hacía acogedora.

Entraron a un pequeño restaurante Italiano, solo había una familia y otra pareja, se sentaron en una mesa apartada y un mesero les llevó la carta.

― ¿Qué vas a querer?

Kagome observaba atentamente el menú y no sabía que pedir, no conocía que tenía cada platillo y se dedicó a mirar las fotos, escogería algo de eso, pero cuando vio el precio se arrepintió, sabía que Inuyasha podía pagarlo pero no quería ser una abusiva, además ella nunca gastaba tanto, si de por si fue difícil cuando salieron con Sango y Miroku, en aquella ocasión Sango la ayudo a decidirse, pero ahora no la tenía.

Inuyasha la miraba atentamente, la chica parecía no saber que pedir, miró el menú y se percató que no había descripción de los platillos. Pero justo cuando estaba por sugerirle algo ella hablo.

― Vitello Tonnato.― dijo al fin, al ver algo que no era muy caro.

― Es ternera con crema de yemas de huevo duro, alcaparras y anchoas ¿Segura?― preguntó al recordar que los sabores fuertes la ponían mal.

― Entonces Ensalada capestre.

― Tiene jitomate, mozzarella y hojas de albahaca.― Kagome asintió, eso se escuchaba bien.― ¿Qué más?

― Así está bien.

― Pide algo más, no te vas a llenar con una ensalada.― la vio encogerse en su lugar y se acercó más a ella.― Kagome, ¿Me dejas pedir por ti?

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