One-Shots BakuTodo/KatsuShoto [Finalizado]

Baile |especial halloween| Two-shot

Hace unos meses la familia Todoroki estaba organizando una gran fiesta para su hija menor, ya cumplía 15 años la pequeña Shoto, en este mismo baile encontraría a aquella persona con la cual debía casarse, era tradición y algo muy común en las familias adineradas como la suya, se imaginaba a su príncipe azul siendo amable, tierno, obviamente alguien guapo como el esposo de Yaoyorozu, Awase, alto, cumpliendo todas las expectativas de la bicolor, en su tiempo libre siempre leía alguna historia referente a esto, estuvo esperando mucho el tiempo el día de su cumpleaños para encontrar al mismo príncipe de los libros que habían en la gran biblioteca del castillo, hace tiempo se había fijado en un peli-morado, era igual a los príncipes de aquellos cuentos pero al final se enteró que ya estaba comprometido con una peli-rosada la cual no le importó el nombre, se había enamorado de ese chico y ahora estaba con otra, en cada libro que leía se imaginaba que esa situación le pasaba a ella junto a él pero recordaba que nunca sería así y arrancaba las páginas hasta tirar el libro por la ventana, a veces y hasta llegaba a molestar a los sirvientes siendo irritante para no tener que pensar en que Shinsou tenía a alguien más.

Siempre miraba por la ventana y veía como el castillo de este peli-morado se asomaba por la copa de los árboles, en una ventana se le podía ver pasar por la mañana con rumbo a quien sabe quien, pero sin falta se quedaba mirando allí solamente para apreciar lo que ya no era suyo y tampoco lo sería alguna vez, quería encontrar a alguien como aquel peli-morado, así que en su cumpleaños sería bastante estricta en cuanto a sus expectativas de chico ideal, solamente tenía que esperar hasta mañana para ver si encontraba a su príncipe o se quedaba sola, teniendo que casarse obligatoriamente con Midoriya, cosa que ella no quería, ya que solo lo veía como un amigo y esa promesa de casarse, la hicierón cuando eran solo unos niños que no tenían idea de la realidad, pero ya poco importaba, debía encontrar a alguien para no casarse con Izuku, no sería feliz viendo a diario esas pecas, sus ojos esmeraldas y que actuara como un niño pequeño avergonzandose por todo, él estaría mejor con Uraraka que con ella.

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Ya era de mañana, la Todoroki menor se había despertado bastante emocionada por su cumpleaños, rápidamente se despertó, les avisó a sus sirvientas que le tuvieran listo el baño que hoy era un día muy especial, era la primera vez que no era irritante, las sirvientas alegres de que dejara de ser así, amablemente acataron la orden, mientras, Shoto se sentó frente al balcón y como todas las mañanas vio a su querido Shinsou cruzar por allí, aunque esta vez se dio la vuelta y la miró, ella al darse cuenta de esto se sonrojo y cerró las cortinas, las sirvientas fueron a avisarle que el baño estaba listo, se levantó aun con la cara roja para ir a ducharse, tenía que lucir presentable para su cumpleaños, se preguntaba cuales serían sus regalos y si como mínimo habrían alguien guapo en su fiesta como para que se interesara por él, aunque todos sabían que para estar con ella tendrían que serlo, además de adinerados pero nunca tanto como su familia, aunque era raro ver a una familia más poderosa que la Todoroki ya que esta controlaba el mercado, la minería y la agricultura de los mayores reinos, tanto débiles como fuertes.

Al llegar al baño se desnudó y entró en la tina para después recostarse sintiendo el agua caliente cubrir su cuerpo, soltó un suspiro de relajación, estaba nerviosa aunque no lo admitiría, tampoco iba a elegir a un hombre al azar solo para no casarse con Izuku, no quería estar con un hombre asqueroso o que en algún momento la llegara a golpear, no iba a ser sumisa, eso estaba claro y sus hermanos lo sabían muy bien, podría querer un príncipe pero no sería la típica princesita sumisa que sería como una esposa trofeo, aunque el marido no le duraría mucho tiempo.

sintió un leve picar en sus dientes, sonrió imaginándose las veces anteriores de cuando alguien entró al castillo pero no volvió a salir, sacudió su cabeza unos segundos, no era tiempo de pensar en eso, no debía perder tiempo en bañarse así que se apresuró, se echó sus lociones, cremas, etc. Para tener así su piel igual de porcelana y suave, al acabar tomó una de las toallas que se encontraban a un lado en una silla, salió de la tina y se cubrió con las toallas, salió del baño y fue rápidamente a su habitación, cuantos hombres habrían en su fiesta tratando de ser elegidos para casarse con ella, en parte era gracioso y a la vez triste, ya que conocería a su marido después de la boda, podría ser en la luna de miel pero allí no habría tanto tiempo para hablar, seguramente su marido solo se concentraría en tratar de embarazarla, no quería ser madre joven pero así sería su destino y tenia que aceptarlo, al llegar a su habitación, entró y cerró detrás de ella con seguro, sus pensamientos la deprimían un poco y no dejaba de sentir aquel picar en sus dientes, tenía ganas y ya sabía de que, cerró sus ojos tratando de calmarse, se masajeo un poco la frente y se levantó para vestirse, tomó el vestido más hermoso que tenía en su armario, uno de color azul, que mostraba la espalda y algo de escote, la falda tenía hermosos diseños, la parte de arriba era algo más ajustada y más simple pero era igual de hermosa que la falda, se secó el cuerpo, se puso sus bragas exceptuando el sostén ya que no se vería bien si el vestido mostraba espalda, salió de su cuarto ahora desordenado y fue al gran salón donde se haría el baile, habían varias decoraciones, un gran pastel con varias velas apagadas encima, había una mesa vacía, seguramente sería para colocar los regalos aunque habían 3 así, una de las sirvientas se le acercó, la bicolor se dió vuelta y la miró.