❝ʜɪʟᴏs ᴅᴏʀᴀᴅᴏs❞[Jasper H & Edward C] ✔

30➽Sueñσ Cσntígσ

Mis sueños.
Erán como un tormento, se repetían una y otra vez. como un maldito bucle, parecía que querían decirme algo o tal vez no prestaba atención a nada. Solo sentía miedo e impotencia al ver lo mismo.

Quería tomar el control pero nada pasaba, miedo e ira contenida sin saber a quién era dirigida.

Parecía que nunca despertaría, solo quería salir de ese estúpido sueño.

Lo único que decía o pensaba era; No quiero ser reina.

Eso era lo único que venía a mi mente, Me rehusaba.

Sentía un dolor horrible, parecía consumirme, estaba asustada en el maldito sueño.

De repente llegó una oscuridad que parecía tragarme, sentía que caía y caía pero nunca tocaba un fondo.

Gritaba, gritaba tanto que creo que me quedé sin voz, quería ayuda, la necesitaba.

Por un momento pensé que había muerto.

Pero después apareció el sueño nuevamente.

Por primera vez agradecí estar en ese sueño, me daba mala espina.
Pero peor es nada.

Lorena

Lizzie estaba gritando, se aferraba a las sábanas. Parecía muerta de miedo, respiraba entrecorda y agitada mente.

Yo, estaba asustada, por un momento pensé que estaba endemoniada pero aleje ese pensamiento de mi mente tan rápido con vino.

Su temperatura parecía estar aumentando en vez de bajar, eso era realmente preocupante.

Estaba nerviosa, Lizzie temblaba y gritaba como si alguien le estuviera haciendo daño.

Parecia sujetarse fuerte, como si fuera a caerse.

Varías lágrimas bajaron por mi mejillas, no sabía qué hacer.

Se escucho un auto fuera de la casa y baje corriendo.

Quería a mi hija a salvó.

Abrí rápidamente la puerta y ví al doctor Cullen.

El al verme y al escuchar a Lizzie gritar cambio su expresión a una de preocupación.

Y no lo culpaba.

Justo cuando iba a entrar ví a otro chico, era castaño y pálido.

Eso no importaba ahora.

Lo tomé del brazo y lo llevé casi arrastrado hasta llegar a Lizzie.

Estaba sudada y gritaba un poco alto, se sujetaba de lo que tuviera cerca, estaba demasiado pálida, sus labios sin color y su ceño fruncido, una expresión de dolor a lo extremo.

La empieza a examinar—¿le dió algo antes de que llegará?— negué— el suspira y toma una inyección de no se que es.

Mientras mi hija sobreviva, todo bien.

Antes de inyectarla escuché un gran suspiro de parte de mi hija.

Me asusté.