❝ʜɪʟᴏs ᴅᴏʀᴀᴅᴏs❞[Jasper H & Edward C] ✔

44➽Estás loca.

Lo observé él estaba mirando atentamente cada gota que caía por mi brazo, tan quieto y fascinado, ¿Porque no hace nada?Me pregunté.

—¿Que pasa?—pregunté pero él no me prestó atención.

De un rápido movimiento lo tenía frente a mí, sus ojos miraban los míos tan intensamente que me perdería en esos de color negro.

—Pasa... que quiero comerte...— murmuró mientras miraba mi cuello.

—¿Porque no lo has hecho?— pregunté y él subió su mirada hasta mis ojos nuevamente.
Sus ojos cambiaban de color en rápidos instantes, fascinante.

Sentí como apretó mi muñeca y hice una mueca de dolor algo notoria, dejó de observarme cuando se escuchó el leve sonido de las gotas al caer en el suelo.

Lo observé atentamente, él seguía atentamente cada gota que caía, se relamió los labios y en un instante ya estaba estampada contra la pared fue tan fuerte el impacto que mi espalda dolió.
Solté un jadeo doloroso por él dolor pero nada impidió que lo mirara a sus ojos y él también lo hizo.

Lo ví tragar grueso, lo observé tan atentamente que sabía que estaba oliendome, saboreando el olor que emanaba de mí.

Lo miré intensamente y supongo que lo sintió ya que volvió su mirada hacia mí, ví sus ojos negros, todo de él estaba tenso, me sostenía demasiado fuerte, mucho.
Había perdido el control, lo sabía.
Tenía su mandíbula apretada pero seguía suspirando de ves en cuando.

Mi mirada cayó en sus labios, ya prohibidos en ese jodido momento.
Lo prohibido es tentación.
No lo dude más y lo besé con fuerza, correspondió al rato y sentí como tomaba mis manos tan fuerte que pensé que las rompería, las subió por encima de mí cabeza mientras me sostenia con mi piernas alrededor de su cintura.

Él beso era muy extraño, parecía ser conocido pero a la vez tan... Desconocido.
Lo besé intensamente hasta que sentí un ardor fuerte en ellos, me había mordido.
Solté un pequeño jadeo de la Sorpresa y por dolor, se separó un poco de mi rostro y sentí la sangre en mis labios en el cual pasé mi lengua y el sabor metálico y dulce se filtró por mi boca y dientes.

Lo ví pasar su lengua por mis labios y saborear mi sangre, él volvió a besarme y volvió a morderme pero esta vez no se separó.
Saboreó toda la sangre que salió de mis labios, besándome y probándome con fiereza, con mucha hambre.

Sentía mi corazón bombear tan fuerte, mi respiración estaba entrecortada, ¿está mal sentirse excitada en esta situación?

Me sentí caliente, sentí mis mejillas arder, sentí calor a mil horrores.
Joder, él no me dejaba respirar, seguía besándome como si dependiera de ello, cosa que en parte era cierta.

Traté de mover mis manos y apartarlo pero no pude, Jasper apretó aún más fuerte y solté otro jadeo por la fuerza que ejercía.

Tal vez estaba jugando conmigo.
Como un depredador con su presa, haciéndome creer que tenia  el control pero nada es lo que parece.

Tomé una gran bocanada de aire cuando dejó de besarme tan bruta y fuertemente.
Respiré profundo repetidas veces y después lo miré fijamente.

Jasper estaba viendo atentamente cada expresión que hacia, parecía disfrutar... En su expresión se notaba.

Una de sus manos paró en mi mentón y apretó fuerte, solté un pequeño suspiro e intenté mirar a otro lugar, su mirada intensa ya me estaba... Poniendo nerviosa.

Apretó más mi mentón y me hizo mirarlo.

El depredador quería la atención de la presa.

—¿El León se enamoró de la oveja?— pregunté un poco bajo ya que apretaba mi mentón fuerte.