Taehyung ya conocía ese lugar había estado ahí junto con SeokJin pero ahora debía encontrar a Yoongi. Al llegar a pareció solo en el castillo al salir por la amplia puerta se encontró con un lugar similar al inframundo solo que este tenía vegetación y ríos se acercó a uno para beber agua se asustó por su reflejo en ella.
No dijo ni una sola palabra solo se escucho el llanto en todo el lugar.
—Aún con esas quemaduras eres hermoso— Esa voz asustó al menor.
—¿Yoongi?— Pregunto quitándose las lagrimas.
— Sí.
Taehyung rápidamente se acercó hacia él y lo abrazo tan fuerte como si de un koala aferrado a su madre se tratase con sus manos acaricio cada facción del rostro del Dios.
—Tu cuello..
—Es la marca de mi muerte— Dijo mientras atrapaba las manos de Taehyung en las suyas.
—Podemos salir de aquí... ¡Tu sabes!.. Lo hiciste cuando ella estuvo en tu mente— El semidiós era la personificación de la esperanza.
—He estado aquí tratando de buscar respuestas... Vi el vínculo que tienes con él— Habló mientras caminaban hacia una puerta.
—No se puede romper... Incluso si quisiera vivir a través de él no puedo volver— Habló nostálgico.
—Debe haber otra forma Yoongi... Ella me dijo que unificaras la luz y oscuridad que existe dentro de ti.
—Eres un Dios uno nuevo y antiguo también— Mencionó Taehyung ya que le iba a revelar su naturaleza.
—¿Que dices?..
— Sang-je dijo que existe un dios que es la luz y oscuridad es tan antiguo como él incluso más— Yoongi estaba atento a lo que decía Taehyung.
—Lo llaman abraxas.. Y si es verdad entones puedes volver.
—¿Donde esta él?— Habló con un poco de molestia.
—Vinimos juntos pero desperté solo en el castillo.
—Perdón por no protegerte— Yoongi acaricio muy delicadamente el rostro de Taehyung.
Taehyung tenía un nudo en la garganta y mantenía los ojos cerrados pensó en su vida antes de conocer el mundo celestial e infernal pues había estado en ambos incluso en su tan presiada y anhelada tierra. Sintió sin previo aviso un rose de labios por parte del Dios.
Abraxas un Dios que reencarna a través de los tiempos presente en cada acontecimiento, guiando a los humanos a su camino pero con la condena de olvidar cada vida pasada y a su amor predestinado de nombre V.
—Te amo.
Yoongi se separó del menor y miró esos hermosos ojos miel. Taehyung volvió a juntar sus labios pero ahora con más pasión que antes.
La lujuria de ambos se hizo presente, tan ansiosos, tan desesperados por consolidar todo ese amor acumulado que Yoongi se apoderó de su mente por un momento llevándolo a la amplia cama del castillo.
—Eres perfecto— Dijo el rey para después repartir besos por el cuello de su amante.
Pronto Taehyung se encontraba sin su hanbok celeste con la piel expuesta para su Dios.
—Te amo— Finalmente respondio Taehyung.
Haciendo que esa pequeña oración encienda a flor de piel los sentimientos de Yoongi, quien se apresuró a quitarse la túnica azul que llevaba puesta para juntar ambos cuerpos.
Poco a poco la fricción provocada por el Dios creaba en Taehyung un placer exquisito que se manifestaba en gemidos de éxtasis total.
—Yoongi... Sigue por favor— Rogaba el semidiós.
El Dios obedeció, acercando su miembro erectil a la entrada del menor haciendo que este expresará un gemido grave lleno de excitación.
—Muévete— Está vez Taehyung había ordenado estaba desesperado que él pedía eso mientras realizaba la acción.
—Maldición... No te muevas de esa forma— Yoongi habló lleno de lujuria al sentie que su miembro era apretado por la estrecha entrada del semidiós.
Pero esa petición fue hecha por el rey del inframundo. Taehyung inmediatamente lo reconoció pero también vio a su Yoongi el que hace unos minutos le había dicho que lo amaba. Finalmente estaba los dos.
—¡Entonces muévete que esperas!— Habló muy desesperado por sentir más a profundidad la hombría del Dios.
El acto tierno había pasado a uno salvaje y desesperado en busca del placer y amor.
—Mierda... más.. más— Yoongi había encontrado el punto exacto de su semidiós.
—¿Te gusta así bebé?— Hablaba mientras realizaba movimientos fuertes que hacían gemir a Taehyung.
Poco a poco nadie quería perder necesitaban sentir Taehyung aún debajo del cuerpo de Yoongi se movia ansiando más del Dios. Finalmente se vino primero el semidiós manchando su abdomen después de unos movimientos más lo hizo el rey.
Con el sudor cayendo por su frente salió de su amante y se acostó junto a él en la cama para ser presos del cansancio mental.
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El Príncipe del Inframundo (Yoontae)
Hayran KurguLa vida de Taehyung un adolescente de 16 años da un giro inesperado el día de su cumpleaños al enterarse que supuestamente es la reencarnación del Gran Guerrero celestial Han Sung quién debe activar la espada de hielo para detener la oscuridad que Y...