Final

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—¡Mierda!—Exclamó Taehyung al despertar y encontrase dentro del osasis que por cierto era profundo.

Agradeció por saber nadar y no morir ahogado en el desierto sería algo irónico.

—¡Yoongi!—Gritaba mientras nadaba hacia tierra.

Finalmente llegó a tierra firme, recordaba todo lo sucedido en la mente de Yoongi ese acto apasionado y romántico se había sentido real. Vio los pasos de fuego que dejaba el Dios aún seguía la flama así que los siguió llevándolo de nuevo al castillo.

—¡Yoongi!—Llamó Taehyung a un rey de cabello ¿Gris?.

Se asombro por el cambio de su cabello el nombrado se volteó hacia él dejando ver su nuevo cambió, la cicatriz del cuello, la del ojo que el semidiós lo hizo, la heterocromia en los ojos una miel y otra gris.

"Una criatura hermosa y auténtica", Pensó Taehyung al verlo.

—Debemos volver ahora—Dijo el Dios con calma.

—Dame la mano confía en mi—Yoongi extendio su mano pero Taehyung dudo un poco.

—No puedo dejarlo.

—¿A quien?

—A mi girasol—Habló con nostalgia y pena.

—¿Quieres quedarte aquí?—Preguntó sorprendido ya que Taehyung ansiaba por salir de ese lugar.

—Quizá ese sea mi destino finalmente.

—Sang-je condenó a su creación haciéndolos únicos, ellos son capaces de muchas cosas que pueden afectar y ayudar a ellos mismos.

—Finalmente eres él—Taehyung se acercó y acaricio la cicatriz del cuello de el Dios pero él seguía hablado.

—Las divinidades sólo somos seres que los guían en su camino, mantenemos el equilibrio físico y astral nunca decidimos por ellos y lo frustrante es que nos adjudican sus logros y penas deshaciéndose de sus propios actos...

—Los que están aquí se arrepienten pero no volverán a ser los mismo lastimaron a muchos pero tuvieron también alegrías y quien sabe quizá llevaron alegría a otros.

—¿Iras allá?— Pregunto Taehyung refiriéndose al templo celestial.

—¿Dónde pertenezco?—Respondió Yoongi pero con otra pregunta evadiendo la del rubio.

—Junto a mi—Dijo el semidiós triste y bajando la cabeza.

—Y tu no perteneces aquí pero tu girasol sí.

—Taehyung volvamos a casa- Rogó Yoongi esperando que el semidiós dejará de aferrarse a su amada flor.

Con lágrimas en los ojos tomó la mano de Yoongi y cruzaron el portal llegando al templo Bulguksa en Seúl.

La catástrofe causada por Yeomna había sido restaurada logrando apresar un orden, todos miraban a los recién llegados ambos con cicatrices de quemaduras y luchas más el Dios que tenía una en el cuello y el ojo.

En el mundo humano/ 2020

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En el mundo humano/ 2020

—Son ellos lo sé, no se manifestó ningún movimiento sísmico en años-Dijo Hoseok alterando a los demás semidioses.

Todos los presentes lo vieron confundidos y raros.

—¡Vamos chicos!... Confíen en mi magia.

—No lo sé Hoseok hace años te confundiste con que Taehyung era la reencarnación de Han Sung— Mencionó melancólico Jimin.

—Quédense si quieren pero yo iré a buscarlos—Habló Hoseok tomando las llaves de su motocicleta.

—¡Espera!... Yo iré contigo—Jungkook tomo su arco y se único a Hoseok.

Para Yoongi y Taehyung su estadía en el inframundo fue de meses según ellos pero la realidad y tiempo en ese lugar era alterna.

—¿Que paso con mi casa?—Dijo Taehyung preocupado mirando a Yoongi quien ya sabía lo que pasaba.

—El tiempo es normal aquí—Menciono tranquilo para que el semidiós no se alterará.

—Yoonie....

Taehyung a lo lejos vio a Hoseok y Jungkook acercándose a ellos pero ellos eran más adultos sin pensarlo corrió a su encuentro que se formó en un perfecto abrazo de tres lleno de felicidad.

—Finalmente eres tú.... Siempre supe que volvería—Habló Jungkook muy emocionado.

—Nunca pensé extrañar tanto a alguien—Dijo Hoseok conservando la misma alegría de antes.

—¡Oh gran Dios Abraxas!—Hoseok Bromeó como siempre cuando vio a un nuevo y al verdadero Yoongi.

Ya sabía de la llegada de este todos los seres hablaban que vendría pero nadie quería creer eso.

—Yo también te extrañe—Respondió Yoongi.

—Mira Jungkook un Dios me hablo- Yoongi y los demás sonreían por las palabras de Hoseok.

—Taehyung por qué estas mmm — Jungkook no sabía cómo decirlo porque estaba igual que antes.

—Yonnie dice que el tiempo allá es alterno.

—¿Yonnie?—Preguntaron ambos semidioses al mismo tiempo.

—Jungkook te dije estos dos están destinados.

Yoongi y Taehyung se sonrojararon recordando el momento que tuvieron antes justo en la mente del primero pero ambos deseaban repetir eso físicamente.

—¿Cómo esta Jimin?.

—Mejor lo preguntas tu mismo...Dios nos haces los honores—Hoseok indicó hacia donde se dirigiría el portal que Yoongi creo.

Encuentros que desbordaron un sin fin de sentimientos en todo el lugar, Jimin entre llanto al ver a su mejor amigo tal cual lo había visto por última vez cuando fue llevado de su lado. Lo mismo pasó con SeokJin quien no dudo ni un segundo y abrazo a Yoongi agradeciendole por todo.

Namjoon también realizó una reverencia hacia Yoongi y lo abrazo para después hacer lo mismo con Taehyung. Su poca convivencia fue sincera y merecía cretitos.

—Será extraño verte más joven que nosotros—Habló Jimin.

—Será extraño verlos a ustedes más adultos—Respondió Taehyung algo burlón.

—Como digas señor fuente de la juventud soy más hermoso con más años—Habló SeokJin.

—Chicos debo ir al panteón y revocar la condena de Taehyung así como aclarar mi situación para conservar la supervivencia de los tres mundos.

Todos estuvieron de acuerdo con eso así que el Dios creó un portal hacia el templo cestial pero antes se acercó hacia el rubio para juntar sus labios en un beso sincero y lleno de amor.

—Te amo con toda mi alma, Taehyung hijo de Gameunjang-aegi—Al terminar su frase sonrió.

—Yo también te amo Yoongi, Dios de la luz y oscuridad.

La escena fue presenciado por los demás semidioses quienes sonrieron de forma tierna ante aquella manifestación de amor.

Finalmente después de la peor odisea que pasaron todos, lograron encontrar el camino que ellos mismos construyeron siendo guiados por sus propias decisiones adjudicados cada uno de sus triunfos y aprendiendo de sus derrotas. No guiándose de lo que es "bueno" y de lo que es "malo" porque ambos eran relativos.

Pero sabían que aquella acción que causará dolor para otros debía ser pensada incluso si causaba dolor en ellos mismo.

Ahora somos una nueva estrella en este inmenso universo, una muy brillante y espléndida que no necesita juntarse con otras sin brillo e incapaz de formar constelaciones.

El Príncipe del Inframundo (Yoontae)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora