capítulo 10 (Parte II)

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Lo sien... -traté de hablar pero fui interrumpida por un golpe que me hizo girar el rostro y dejo un ruido ensordecedor en mi oído izquierdo.


Aún desorientada, sin entender nada logré ver frente a mi a Alanna con una gran cólera y sus ojos rojos mientras Jimmy observaba la situación desde el marco de la puerta que da a la cocina.

Alanna me había golpeado...

-¡¿Qué mierda ocurre contigo?! -gritó, pero yo sólo podía sostener mi mejilla, la cual ardía en gran manera aún por la cachetada que me había dado.

-Habla, Rousse, ¡¿qué pasa contigo?! -volvió a gritar pero yo sólo podía ver el piso, no quería hablar. Ella no tenia derecho a golpearme.

-Alanna, basta -dijo Jimmy en un tono firme. ¿Al fin se digno a hablar? Vaya, qué sorpresa.

-Cállate, Jimmy. Hasta ahora todo ha sido tu maldita culpa por apoyar en todas sus tontería. ¡Ahora mírala! -dijo mientras me señaló-. Es un desastre, perdimos el control -prosiguió y fue inevitable derrumbarme dentro de mí, ella sólo reflejaba a mamá, a ambas las entiendo. Sólo destruí sus familias. Qué patética era.

Jimmy sólo la vio con impresión mientras lágrimas rodaban por sus mejillas, no dijo nada y se retiró a su habitación. Todo era mi culpa, creo que hasta ahora sólo he causado problemas donde estoy, ¿será mi destino destruir?

¿Para siempre estaré así?

¿Acaso mis momentos de felicidad son cobrados con destrucción?

De ser así, ya no quiero ser feliz. Quiero sumergirme en mi miseria lejos de todos, donde no alteré el orden y curso de las cosas, ya no quiero hacer sufrir más a nadie, no lo merecen. Nadie debería sufrir por semejante cosa como yo.

Jimmy sale de su habitación con una maleta y quedó estática como si esa imagen sólo era producto de mi imaginación, no podía estar pasando.

No podían estar abandonándome, no de nuevo...

-Jimmy, ¿qué.. qué haces? -dijo Alanna mientras las lágrimas descienden por sus mejillas y lleva las manos a su cabeza mientras niega repetidas veces y yo sólo rompí a llorar.

-¡¿QUÉ HAGO ALANNA, QUÉ HAGO?! -gritó, era la segunda vez que lo veía tan alterado-. ¡La familia se entiende, no se destruye! No es justo lo que haces, pensé que eras diferente, estas destruyendo lo que construimos con amor. Perdóname si hice algo mal con Rousse, pero esta no es la solución. Ya estoy harto de escuchar por las noches como te quejas de sus actitudes últimamente pero no te dignas a escucharla o entenderla, ¡¿te necesita y no estás?! -dijo alterado para luego limpiar sus lágrimas rústicamente y tomar su maleta.

Una vez que tomó la perrilla de la manilla, caí de rodillas al piso llorando, me rompí, no lo soporte; Jimmy no podía abandonarme, el prometió estar siempre conmigo.

-Tranquila, Rousse, no romperé nuestra promesa -dijo firme pero sabía que no era fácil para él y si tomó esa decisión era porque tenía tiempo pensándolo y eso me dolió mucho más.

-Alanna, cuídala y arréglate tú. No te desquites con los demás por lo que te haya pasado a ti -dijo sin más y se fue.

Cada Amanecer Me Recuerda A Ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora