𝐅𝐎𝐑 𝐔𝐒 | 𝐓𝐈𝐌𝐎𝐓𝐇𝐄𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐋𝐀𝐌𝐄𝐓 ✔️

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Nota de la autora:

Holaa! Paso a hacer publicidad como siempre...
Tengo una historia, va no se si se puede llamar historia, es una sección de
ONE SHOTS
Que para los que no saben es como un libro con varios capítulos de diferentes personajes ya sean series, películas, libros, etcétera (un multi fandom) pero nada, para lo que quieran leer ya tengo bastantes capítulos publicados y las peticiones están abiertas.
Ahora si, los dejo leer <3

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Capítulo 23
No estoy lista

Si esto era una buena idea o no, la verdad es que no lo sabía. Claramente no tenía ganas de salir pero Joaquin había insistido toda la tarde y al fin y al cabo lo único que intentaba era levantarme el ánimo. Por lo que terminé accediendo, solo iba a ser una noche en una fiesta... y tal vez tenía un poco de razón, tal vez unos tragos sean capaces de hacerme olvidar todos estos problemas y dejarme vivir una realidad alternativa en donde nunca había conocido a Timothée.

—No tengo que ponerme —fue mi excusa mientras buscaba en mi valija.

—¿Quieres que te preste uno de mis trajes? —bromeó desde el otro extremo de la habitación.

—Gracioso —le sonreí con falsedad.

—No hay algo mas sexy que las mujeres en traje —murmuró mientras buscaba entre sus camisas, tenía unas cuantas colgadas en su placar y aquello de alguna manera llamaba muchísimo mi atención.

No pude evitar reír mientras revolvía en mi ropa sobre el suelo y su cama.

—Lo digo enserio... —Joaquin se dio la vuelta con una de sus camisas colgando de una percha para luego dejarla sobre la cama.

Yo también me volteé a mirarlo encontrándome con aquellos atractivos y oscuros ojos de los que estaba segura que ocultaba muchos secretos. Sentía que frente a mi había una caja enorme con un candado casi indescifrable, casi...

—Si llego a ponerme uno de tus trajes, a lo más cercano que me voy a parecer va a ser a un payaso —le sonreí con sarcasmo.

Joaquin rió contagiándome por completo.

—No... —negó con la cabeza—. Te verías perfecta.

Yo rodé mis ojos intentando que mis mejillas no se sonrojaran demasiado. Y para evitar volver a verlo o por lo menos tener que contestar algo como aquello, volví en mi búsqueda por algo decente que ponerme.

Era mentira que no tenía que elegir, solo retrasaba el momento, porque además de mi malestar, también estaba bastante nerviosa y eso no iba a poder evitarlo.

Diez minutos más tarde, iba por la tercera prueba de vestuario, no es que nada me convenciese, sino que mis ganas no eran muy elevadas como para meterle algo de entusiasmo al asunto.

—Dime que este es el último... —Joaquin sentado en el sillón de su living esperaba con sus brazos reposando en el respaldo a la altura de sus hombros—... te lo suplico.

Desde su habitación llegué al living y algo cansada estiré mis brazos para mostrarle el definitivo, no pensaba cambiarme una vez más.

Y en cuanto sus ojos me vieron llegar, sus labios borraron esa sonrisa lentamente, sus ojos hicieron un recorrido por todo mi cuerpo obligándome a sentir esa pequeña descarga eléctrica incentivando a todas mis hormonas que ya de por si eran un completo desastre.